Rafael Gil, alcalde de la población valenciana de Torres Torres (Camp de Turia) ha aceptado una pena de 8 años de prisión por tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y encubrir al cabecilla de la banda. Pero asegura que no dimitirá del cargo “por que está haciendo bien las cosas en el ayuntamiento”
Gil y otras 42 personas fueron detenidas en 2016 en una operación conjunta de la Guardia Civil y els Mossos. Según informa Levante, la banda se dedicaba al tráfico de grandes cantidades de marihuana y armas de fuego desde España al resto de Europa. Para transportar la mercancía ilegal utilizaban la empresa de exportación hortofrutícola de Rafael Gil, camuflando la droga en los palets de frutas. El cabecilla de la red, gestionaba el clan desde Lituania y sigue huido de la justicia.
Rafael Gil se presentó alcalde por el PSPV. Fue suspendió de militancia, pero no se le exigió la renuncia al cargo mientras no hubiera sentencia. “Ahora, según fuentes socialistas, las cosas han cambiado y la situación es insostenible". Las opiniones entre los vecinos están divididas a favor y en contra del “alcalde narcotraficante”, pero los representantes de los partidos políticos confían en que podrá producirse un acuerdo entre las distintas fuerzas municipales en breve. La corporación municipal de esta población de 600 habitantes, está formada por tres concejales del PP, dos de Compromís, uno del PSPV y el propio Gil.