La empresa alemana Tomahawk Aviation está especializada en los aviones de radio-control a escala de alta gama. Podrían considerarse juguetes si no fuera porque algunos de sus modelos pueden llegar a costar, desmontados, hasta 15.000 euros -y unos miles más ya montados-. Un hobby que no está al alcance de cualquiera pero, según parece, sí para el expresident de la Generalitat valenciana Eduardo Zaplana, el cual habría realizado pagos por valor de 18.300 euros a esa empresa.

Una muestra de los aviones a escala de Tomahawk Aviation

Así figura en un dosier avanzado por Nius en el que se descubren igualmente pagos de 40.000 euros enviados a una cuadra de caballos árabes en Italia o 54.540 euros a una empresa de tecnología abierta en Irlanda. La investigación del caso Erial ha desvelado que ese dinero salió de una cuenta del banco Julios Baër de Suiza a nombre de una sociedad llamada Disfey que sería el lugar donde, presuntamente, habría ido a parar el dinero cobrado en comisiones por Zaplana.

Siempre según la investigación, los pagos formarían parte de una maniobra para que Zaplana obtuviera liquidez en España. El testaferro del expresident presuntamente pagaba esos caprichos a empresarios los cuales seguidamente hacían llegar el mismo dinero en efectivo a manos de Zaplana a través de intermediarios.