Mil euros de presupuesto, cinco meses para la elaboración del proyecto en paralelo con los estudios, mucho conocimiento y confianza en sí mismos ha dado como resultado el prototipo Printeria, desarrollado por un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica de València.
Printeria es una máquina capaz de imprimir el ADN de una bacteria. Su tamaño es como el de una caja de zapatos y está pensada como una poderosa herramienta didáctica, artística y como un sistema de automatización de procesos de laboratorio a bajo coste.
Con esta impresora el equipo de la UPV liderada por Roger Monfort se ha proclamado ganador absoluto del concurso iGEM 2018 en que han participado 343 instituciones de todo el mundo incluidas las universidades más punteras como Harvard, Yale, Sant Diego, Stanford, UCLA o la Sorbona.
Insulina impresa en casa
El equipo multidisciplinar lo componen ingenieros biomédicos, electromecánicos, informáticos y diseñadores entre otros. "Queremos facilitar el acceso a la biología sintética a bajo coste" ha declarado Alejandro Vignoni, uno de los instructores del equipo, de manera que "con este laboratorio en miniatura una persona pueda, a medio plazo, imprimir su propia insulina, un artista crear sus propias pinturas biológicas sin necesidad de tener conocimientos de biología o que en el ámbito sanitario se puedan crear bacterias para reconstruir la flora intestinal o células eliminando el error humano.
Nunca antes ningún equipo del Estado Español había conseguido un resultado como este que ahora emprende su reto más complejo; la financiación.