Este jueves se vota en el Parlamento Europeo quales serán los tramos ferroviarios que conformarán la red transeuropea de transporte y recibirán subvenciones económicas de la Unión. Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana y Javier Lambán, presidente de Aragón intensifican estos días los contactos en Bruselas para conseguir que la conexión entre Zaragoza y Sagunt también forme parte de las infraestructuras prioritarias. Están en juego más de 30.000 millones de euros destinados al transporte en el periodo 2021-2027.
Pero quienes también están haciendo oír su voz son los empresarios que integran la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) que han manifestado su preocupación por el incumplimiento de determinadas obras del Corrredor Mediterrani comprometidas políticamente para 2018 y que no se han ejecutado. Según AVE, la nueva variante Tarragona-Vandellòs, tendría que haber entrado en servicio en el 2018, está en fase de pruebas y entrará en servicio en primavera de 2019. También quedan pendientes en 2018 la puesta en marcha del tramo Granada-Antequera. Según señalan los empresarios en un comunicado, una vez acabadas ya las obras, no se han licitado dos de los siete proyectos del tramo Murcia-Almería, y se ha retrasado a 2020 la llegada del AVE a Monforte-Múrcia, aunque lo hará soterrado.
El presidente de AVE, Vicente Boluda, ha resaltado que desde que empezó la campaña por reivindicar esta infraestructura ferroviaria "se ha conseguido que el Corredor Mediterráneo esté en el epicentro del debate político y social de nuestro país, que los empresarios y la sociedad civil se se impliquen y participen de la reivindicación y que los responsables públicos asuman compromisos". Boluda ha añadido que "todo avance depende de la voluntad política y en el Corredor Mediterráneo se le tiene que dar una importancia de primer nivel. Por eso, es imprescindible que se dote presupuestariamente al proyecto, ya que lo que no está en los presupuestos no existe"