El diario The New York Times ha asegurado que los resultados de las elecciones catalanas del 14-F suponen un revés para España y la Moncloa, porque esperaban que "el independentismo se desvaneciera y en cambio está ganando terreno". "Durante años, el Gobierno menospreció el movimiento independentista de la comunidad tratándolo de poco más que un suflé, fácil de hincharse, pero que después se desharía sobre sí mismo. Pero el movimiento no muestra signos de implosión a corto plazo, ni siquiera en medio de una pandemia que ha disminuido las divisiones en otros lugares de Europa", ha indicado.
"El coronavirus redujo significativamente la participación en los comicios, pero el recuento final mostró cómo los partidos independentistas obtenían la mayoría de votos [51%], un premio que les había sido arisco desde hace mucho tiempo", ha manifestado. El diario habla con el portavoz de la ANC, Adrià Alsina, que afirma que la victoria independentista en votos "es un argumento menos para los que están en contra de la independencia".
El rotativo apunta que la apuesta que hizo el presidente español, Pedro Sánchez, de desplazar a su ministro de Sanidad, Salvador Illa, de candidato en Catalunya le ha salido bien por el lado de que ha quedado primero en las elecciones, pero no para gobernar. "No ha recibido suficientes votos para formar una coalición de gobierno", ha concluido, como le sucedió a Cs i a Inés Arrimadas.
También cita unas declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, donde decía que después del 14-F la situación en Catalunya será más "cómoda" desde la perspectiva de Madrid, con "los partidos de izquierdas y los más moderados (PSC, ERC y comunes) superando a sus adversarios".
The New York Times no lo ve tan claro. "Es probable que el ala independentista moderada se siente en la presidencia (Pere Aragonès y ERC), y también es probable que el partido más contundente de Carles Puigdemont, Junts per Catalunya, también forme parte del Govern", añade. El diario habla en este sentido con el filósofo Josep Ramoneda, que sentencia que "el movimiento independentista está aquí para quedarse". "Tarde o temprano alguien en Madrid lo tendrá que reconocer", pronostica.