Unos 140 trabajadores de las instituciones europeas han enviado una carta al presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, para pedirle que "denuncie la violencia a Catalunya" y "exprese firmemente la necesidad de respetar los derechos fundamentales de los ciudadanos". En el documento enviado a Juncker, los trabajadores hacen énfasis en la tristeza que desprendían las imágenes relacionadas con la violencia policial y explican que estaban "en choque al ver las imágenes del uso desproporcionado de la violencia ejercido por la policía española contra ciudadanos europeos que estaban, pacíficamente, intentando expresar una opinión política".
Una de las cosas que más ha decepcionado a los trabajadores es que la UE "siempre ha denunciado cualquier vulneración de los derechos humanos por todo el mundo", pero no ha mostrado el mismo liderazgo" de forma interna con Catalunya. También señalan que, a pesar de tener opiniones políticas diferentes sobre Catalunya y España, "los temas políticos se tienen que resolver pacíficamente y democráticamente" y sentencian diciendo que "cualquier intento de reprimir el ejercicio del derecho político fundamental a través de la violencia es totalmente inaceptable".