El presidente del Parlament balear protagonizó este martes una lamentable escena en la cámara, cuando rompió una foto de Aurora Picornell (fusilada por el franquismo) y expulsó a dos miembros de la Mesa que tenían imágenes de víctimas de la dictadura. Todo, durante el debate de toma en consideración de la proposición de ley de Vox para derogar la ley de memoria democrática. Al día siguiente, el dirigente ultraderechista ha profundizado en la polémica: estas son las 15 excusas de mal pagador de Gabriel Le Senne (Vox) por el escándalo en el Parlament balear.

A raíz de la presión social, política y mediática, el gabinete del presidente del Parlament ha emitido este miércoles un comunicado con quince "precisiones" sobre los hechos —sin dimitir ni pedir disculpas por su actitud violenta con dos diputadas socialistas, Mercedes Garrido y Pilar Costa—. En resumen, Le Senne ha argumentado que "tanto el presidente como el resto de la Mesa tienen que mantenerse neutrales en los debates" y que tanto Garrido como Costa "exhibieron carteles claramente partidistas". Eso sí, parece que la neutralidad solo se aplica en determinados casos, ya que el dirigente ultraderechista ha llegado a utilizar su cargo para cargar duramente contra la amnistía.

Le Senne justifica la violencia contra Garrido

En esta línea, el presidente del Parlament ha asegurado que intentó convencer en privado a las diputadas socialistas, pero que no hicieron caso y decidió "dejar pasar la infracción". "Sin embargo, crecían las quejas por parte de numerosos diputados de diferentes grupos por la falta de respeto a la cámara y a la Mesa", ha añadido, motivo por el cual amenazó a Garrido y Costa con expulsarlas. "Expúlsanos", habrían respondido. Así pues, Le Senne procedió a expulsarlas por "su actitud rebelde".

Lo peor de todo es la interpretación que el dirigente ultraderechista ha hecho del Reglamento, que dice que "el presidente adoptará las medidas que considere pertinentes para hacer efectiva la expulsión". De esta manera, Le Senne ha justificado el uso de la violencia contra Garrido, en lugar de recurrir a los servicios de la cámara: "Al negarse la señora Garrido a retirar el cartel y abandonar la sala, el presidente cerró él mismo el ordenador de la señora Garrido, para acabar con la flagrante infracción. Al volver a la señora Garrido a abrirlo, el presidente intentó retirar el cartel. En ningún caso fue su intención romperlo".

El presidente del Parlament balear se victimiza

Así pues, la conclusión de Le Senne es que "no es posible censurar la actuación del presidente" si antes no se censura la actitud "provocadora" de la vicepresidenta y secretaria segundas del Parlament. Es decir, que la culpa es de las víctimas. Pero la cosa no acaba aquí y el presidente ha denunciado una supuesta "campaña de acoso, insultos y amenazas que está sufriendo a las redes sociales". "Todo intento por menoscabar la neutralidad de nuestras instituciones es un ataque contra la democracia y el Estado de derecho", ha finalizado el dirigente ultra, que ha insistido en el hecho de que la neutralidad solo es aplicable cuando a él le conviene: solo la invoca con las víctimas del franquismo y con la defensa de los derechos LGTBI, no a la hora de atacar una ley aprobada por una mayoría en el Congreso de los Diputados.

Después de la emisión del comunicado, Le Senne ha atendido los micrófonos del Informatiu Balear de RTVE y ha asegurado que la desobediencia de las diputadas socialistas le hizo perder los "estribos". Otra vez, las culpables son Garrido y Costa, no él —la segunda autoridad de las illes Balears.