El Ministerio del Interior ha autorizado que 28 presos de ETA dejen de estar clasificados en el régimen más duro al progresarles del primero en el segundo grado y ha autorizado 27 acercamientos, según datos recopilados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
Actualmente hay 221 presos de ETA en la prisión por cumplimiento de penas o para resultar absueltos. En primer grado están clasificados 166 etarras y en segundo grado ahora hay 56 penados por delitos relacionados con la actividad de ETA. En total, 28 etarras han sido progresados de primero a segundo grado, nueve han dejado de estar en primer grado por su puesta en libertad y otras dos también están en libertad después de pasar por el régimen abierto al estar clasificados en tercer grado.
Según el AVT, desde que Fernando Grande-Marlaska es ministro se han autorizado 27 acercamientos de presos de ETA, más cuatro que no se incluyen en la estadística global: Javier Moreno fue progresado a un tercer grado que implicaba un traslado y también se autorizaron por cuestiones organizativas los de Sergio Polo, María Lizarraga e Iñigo Gutiérrez Gutiérrez.
Dos alejamientos
Del total de acercamientos, todos son tomados de ETA y dos del GRAPO. Sólo dos tenían delitos de sangre: Kepa Arronategi (preso de ETA) y Fernando Silva Sande (preso del GRAPO). Quan el Govern del PSOE informó de que procedería a un acercamiento de presos vinculándolo al fin de ETA, puntualizó que no se verían beneficiados presos con delitos de sangre y que, previamente, informaría a las asociaciones de víctimas.
En este tiempo, dos presos de ETA también han estado alejados del País Vasco. Se trata de Jon Enparantza y Arantza Zulueta, según el AVT. Aparte de los presos de ETA, en las prisiones españolas hay actualmente 139 presos por delitos de terrorismo yihadista, de los cuales 88 son penados. Por su parte, 28 han pasado de preventivos a penados desde agosto de 2018 y un preso más ha quedado en libertad en cumplir su condena.
Además, hay 17 por su pertenencia al GRAPO y ocho por su relación con el terrorismo gallego. El AVT también recopila los siete ingresados en la prisión provisionalmente para formar parte del Equipo de Respuesta Táctica (YERTO), una facción violenta de los Comités de Defensa de la República (CDR) que fue desarticulada en una operación de la Guardia Civil por orden de la Audiencia Nacional.