Un 44,4% de los catalanes cree que hay que limitar la entrada de inmigrantes al país, mientras que un 51,5% no lo considera necesario, según el Sondeo de Opinión Catalunya 2023 del Institut de Ciències Polítiques i Socials (ICPS) —un consorcio de la Diputación de Barcelona y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Se trata de un porcentaje menor que el del mismo barómetro de 1993, cuando un 65,5% de personas pedían poner límites en la entrada de recién llegados. En este nuevo sondeo, sin embargo, también se ha producido un cambio sustancial, ya que, por primera vez, los motivos culturales han superado a los económicos en los argumentos de rechazo a la inmigración.
¿A la pregunta "cuál cree que es el motivo por el cual algunas personas no aceptan a las personas inmigrantes"?, hace 30 años, un 54,8% consideraban que era porque "quitaban el trabajo en los de aquí". Pero en 2023, este porcentaje ha disminuido hasta el 17,6%, y, en cambio, ahora, cuestiones relacionadas con la cultura y la integración en Catalunya han aumentado. Así, aquellos que apuntan como motivo principal que los inmigrantes "no aceptan las costumbres de los catalanes" son el 34,8%, hecho que supone un incremento de más de 10 puntos con respecto a 1993, cuando era del 14,5%. Entre otras causas recogidas por el sondeo como motivos de oposición a la llegada de personas inmigrantes está el hecho de que sean pobres (11,7%), que consideran que "solo viene lo peor" (11,3%), o porque tienen religiones diferentes (10%), entre otros.
El director académico y de investigación del ICPS, Oriol Bartomeus, ha valorado en rueda de prensa para la presentación del sondeo que eso supone un cambio "muy de fondo" porque implica que se ha pasado de una crítica a la inmigración de carácter económico a una de carácter cultural. "Esto representa un cambio importante a tener en cuenta para los políticos y su discurso", ha advertido. Con todo, hay que destacar que, en general, hay aceptación hacia la inmigración, ya que un 59,7% se muestra de acuerdo, un 21,7% en contra y a un 15,6% le es igual. De la misma manera, aumenta el número de los catalanes que verían con buenos ojos que se construyera una mezquita cerca de casa suya, 73,3% respecto del 56,8% del 2001; o el de ciudadanos que aceptarían a un vecino inmigrante, que aumenta hasta el 95,7%, cuándo en el 2001 era del 86,4%.
Aumenta la aceptación del feminismo y la libertad sexual
La encuesta también ha preguntado por los conceptos de feminismo y libertad sexual, que hoy tienen más aceptación que hace 30 años. Un 67% ve con buenos ojos el feminismo, cuando en 1993 solo lo hacía el 54%; y un 74% se muestra favorable a la libertad sexual, 4 puntos más que 1993, cuando lo hacía un 70%. Por otra parte, desde el 2001 ha aumentado del 63% al 85% el porcentaje de ciudadanos que no consideran algo "grave" la homosexualidad, pero ha disminuido del 90% al 85% los que ven como "muy grave" la violencia de género.