El 49% de denuncias que llegan a la Oficina de Antifrau son de personas anónimas, según ha informado la misma Oficina en un comunicado con motivo de la presentación de la Memoria del 2017 en el Parlamento. Este porcentaje representa un 62 sobre un total de 126 denuncias recibidas entre enero y septiembre del 2018. El inicio del buzón de denuncias anónimas, en activo desde diciembre de 2017, fue una de las principales propuestas del actual director de la Oficina Antifrau, Miguel Ángel Gimeno, quien ha pedido este miércoles impulsar una nueva ley para la Oficina Antifraude a causa del "envejecimiento del actual modelo".
Según Gimeno, la ley actual, que es del 2008, no se ajusta a los nuevos proyectos que la Oficina quiere poner en marcha; como la mejora de la sede electrónica, el estudio de los riesgos de la contratación pública o la reforma de la gestión de los recursos humanos. Además, el director de Antifrau también ha reclamado más competencias, especialmente en la regulación de los conflictos de interés. Según su opinión, "es más riguroso" que una "institución independiente" como la Oficina Antifrau dirima este tipo de problemas que lo haga el ejecutivo catalán.
Durante 2017, Antifrau recibió 154 denuncias, lo cual resulta una tendencia a la baja con respecto a los tres años anteriores, y la mayoría fueron sobre la actividad de los ayuntamientos, un 71%, mientras que el resto correspondieron a asuntos de la Generalitat (8%), las universidades (2%) y otras entidades públicas (2%).