El excomisario de la policía española, José Manuel Villarejo, ha destapado algunos de los detalles menos conocidos de la gestión que realizó el Gobierno de distintas cuestiones, como la Operación Catalunya o el referéndum del 1-O.
Objetivo: destruir Convergència i Unió
En una entrevista este lunes en RAC1, y un posterior cara a cara con el president Artur Mas, Villarejo ha hablado sin pelos en la lengua y ha reconocido que el objetivo de la operación Catalunya era destruir Convergència y Unió. Así pues, ha afirmado que existía la necesidad de debilitar a CiU, porque era el único partido que tenía el poder económico y político para confrontar al Estado. En este sentido, el excomisario ha admitido que filtró información para lograr perjudicar a CiU, que en aquel momento estaba liderado por Artur Mas, porque era el principal "enemigo de la unidad de España" que había que debilitar.
Villarejo, que considera que ERC ha pasado a tener más poder, cree que entonces era prácticamente residual y "CiU tenía todo el poder económico y político. Tenían el empresariado".
Envío de tanques a Catalunya en 2012
Otra de las confesiones que ha hecho Villarejo en esta entrevista ha sido que el CNI propuso enviar tanques a Catalunya en el año 2012. El excomisario asegura que la idea "de mandar carros de combate a Catalunya" nació después de la gran manifestación de la Diada de aquel año, cuando Artur Mas convocó elecciones anticipadas. Según ha contado, después de ese momento, en el CNI se celebraron "varias reuniones de crisis" en las que se estudiaba esta acción. Villarejo ha detallado que los responsables del CNI que asistían a las reuniones estaban a favor de colocar carros de combate "en sitios estratégicos, como la televisión." Sobre esta cuestión, ha apuntado que propuso utilizar furgones policiales "consumen menos combustible, gastan menos y, además, y ustedes lo saben porque llevan 30 años permitiéndolo, hay corrupción en el gobierno de Catalunya como para una actuación judicial y policial".
La falsa hija ilegítima de Artur Mas
En uno de los infinitos audios filtrados por Villarejo, se supo hace unos meses que tenían el objetivo de buscar una hija ilegítima de Artur Mas. Precisamente, sobre esta cuestión le ha preguntado el expresident de la Generalitat en este cara a cara. "Tengo una curiosidad: en aquella época, hace 10 o 11 años, me consta que se intentó fabricar un dosier, que circuló por Madrid, sobre una supuesta hija ilegítima mía", ha empezado Mas. Villarejo ha confirmado totalmente esta afirmación, asegurando que le llegó la información de parte del CNI "me encargaron que la verificara". Inmediatamente, Mas ha reflexionado "esto no es información, es una intoxicación". Sobre esta afirmación, ha reconocido que le llegó el dosier siendo presidente de la Generalitat, pero decidió ignorarlo.
Villarejo ha explicado que, en el momento en el que recibió el encargo del CNI, le pidieron que verificara la existencia de esta supuesta hija, que le hablaron de una investidura y le dijeron que "tenía que recoger un vaso para analizar el ADN". Sin embargo, ha confesado que "cuando hice las primeras gestiones, vi que era una tontería". Por su parte, Mas ha recordado cómo el rumor se empezó a extender, e incluso se dijo que le pasaba dinero a esa supuesta hija. "Que me conste, no tengo ninguna hija ilegítima", ha añadido.
Felip Puig, una de las fuentes del CNI
El excomisario ha señalado al exconseller Felip Puig como informante del CNI para tejer la Operación Catalunya, la guerra del Estado contra el independentismo. Según el excomisario, las filtraciones de Puig se habrían producido entre 2010 y 2012, cuando era conseller de Interior. En este sentido, ha insistido en que "la información la sacaba, fundamentalmente, de personas muy próximas a la Generalitat, o de gente muy próxima a la familia Pujol", ha apuntado Villarejo.
Además, Villarejo ha revelado que se reunió en varias ocasiones con el antiguo abogado de Jordi Pujol, Joan Piqué Vidal, y también con el conseller Puig. "Más que nada, Puig me dio información de Xavier Martorell, que era uno de sus principales enemigos," ha asegurado. Según el excomisario, Martorell tenía el encargo de crear un servicio de inteligencia para la Generalitat, "se reunió con gente del CNI e hizo gestiones para adquirir equipamientos de grabaciones".
Las cargas policiales del 1-O
Villarejo ha afirmado este lunes que el entonces ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, fue quien ordenó las cargas policiales en Catalunya durante la jornada del referéndum unilateral del 1-O. El excomisario ha apuntado que el CNI conocía el paradero de las urnas del 1-O, pero que no actuó porque buscaban "una pequeña explosión controlada" para demostrar que el referéndum "era una pantomima y una ensoñación". El excomisario ha señalado que en 2017 el Ministerio de Defensa "no tenía capacidad" para gestionar el CNI, ya que la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, convenció al presidente Mariano Rajoy para que fuera ella quien controlara el centro.
Además, Villarejo ha manifestado que el propio Rajoy le "felicitó" después de que Convergència y Unió perdiera la mayoría absoluta en las elecciones al Parlament de 2012, cuando las operaciones para desacreditar al nacionalismo catalán estaban ya "en marcha" tras "informaciones preocupantes".