La seguridad en Catalunya ha empeorado en el último año. Esta es la percepción que tiene un 55% de los catalanes, según la encuesta de Convivencia y seguridad en Catalunya 2023 que ha publicado este martes el Institut Català Internacional per la Pau (ICIP). En paralelo, un 41% afirma que se mantiene igual que el año 2022, mientras que solo un 4% apunta que esta ha mejorado. El estudio, hecho a través de 2.055 encuestas y que se efectuaron entre el 12 y 21 de julio, también contempla una peor percepción de la seguridad en España (54,7%) y por todo el mundo (72,8%), según los encuestados. Esta mala sensación disminuye cuando se trata de entornos más inmediatos: un 28,2% de la población catalana considera que la seguridad en su barrio ha empeorado, porcentaje que se eleva al 38,1% en el caso de sus pueblos o ciudades. Eso enlaza con la convivencia, ya que los catalanes creen que es mejor en su entorno más próximo: valoran con un 6,4 la convivencia en sus municipios o barrios, con un 6,1 en Catalunya y con un 5,6 en el Estado.
Ahora bien, este dato contrasta de manera notoria con la percepción de seguridad personal: tres de cada cuatro catalanes (un 75,9%, para ser precisos) asevera que su nivel de seguridad personal se ha mantenido estable en el último año, mientras que únicamente un 15,3% cree que ha empeorado y un 8,8%, que ha mejorado. El director del ICIP, Kristian Herbolzheimer, también ha querido destacar que un 18,2% de los catalanes siente que pertenece a un colectivo discriminado, un dato que les preocupa. Mayoritariamente, lo perciben por razones de género, lengua o identidad nacional, lugar de origen u orientación sexual. Eso también viene acompañado de otro hecho: una de cada cinco personas indica que ha sentido miedo a la hora de expresar sus opiniones en los últimos dos años.
Todavía sobre la seguridad, la población de Catalunya señala la corrupción, la delincuencia y las crisis económicas y financieras como los tres temas que más preocupan. En esta línea, para reforzar la seguridad personal, los ciudadanos apuestan de una manera clara por fortalecer las políticas educativas y la formación en valores por delante de la opción de endurecer las penas a personas que cometen delitos. En todo caso, esta estrategia es avalada positivamente para combatir el terrorismo, la delincuencia, la corrupción y el machismo.
Preguntados por si están de acuerdo con el hecho de que las guerras son inevitables, el consenso entre la sociedad catalana es muy amplio: hasta un 69% sostiene que son evitables. En este contexto, casi la mitad de la población (46,3%) apuntala que el gasto militar español es excesivo y solo un 8,1% la ve insuficiente. Tampoco comparten que el Estado exporte armas a otros países y la media se sitúa en un 3,5.
Baja la percepción de polarización por el procés
En relación con la polarización ideológica, el trabajo demoscópico del ICIP refleja un incremento de esta sobre los principales temas de debate de la agenda pública. Paradójicamente, retrocede la polarización sobre el procés de independencia. El año 2022, la media se ubicaba en un 7,1 sobre 10; este año, lo hace en un 6,8. Ahora bien, se mantiene la lengua de uso habitual como segundo eje de polarización (6,2), seguido de la inmigración (6), clase social (5,9), impuestos y el estado del bienestar (5,9) y feminismo (5,6).
Respecto a los actores que los catalanes opinan que son los principales responsables de la polarización, la encuesta dibuja un resultado claro: los medios de comunicación (88,1%), los partidos políticos y la clase política (85,7) y las redes sociales (84,2%). En cambio, hasta un 80% de los ciudadanos no cree que, a nivel individual, fomenten la polarización en Catalunya.