Un total de 60 diputados franceses, todos ellos del partido del presidente Emmanuel Macron, ha llevado ante el Tribunal Constitucional de París la innovadora ley que introduce por primera vez la inmersión lingüística en catalán y otros idiomas diferentes del francés en las escuelas, según informa el diario Libération.
La ley fue aprobada el pasado 8 de abril en la Asamblea Nacional, con un amplio apoyo de 247 parlamentarios a favor, y sólo 76 en contra, aparte de 19 abstenciones, pero tenía la oposición del ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, que ha reaccionado moviendo hilos en su partido, la República en marcha. Muchos diputados de esta formación política dieron apoyo en su día a la ley, incluidos los norcatalanes.
Según la interpretación de Libération, da la impresión de ser "un partido de vuelta", en la cuestión "delicada" de las lenguas de Francia. Y en medios políticos de París se especula que el recurso está teledirigido por una asesora del ministro de Educación en el Parlamento francés.
La denominada ley de promoción de las lenguas regionales fija que la inmersión podrá ser hasta el 50% en catalán en la Catalunya Nord. La propuesta, impulsada por el diputado bretón Paul Morac (Libertades y Territorios), superó de largo a la mayoría absoluta de 162 diputados, y también favorece los otros idiomas que se hablan en territorio francés, como el occitano, el vasco, el bretón o el corso.
La ley también reconoce la rotulación bilingüe a todos niveles, y permite poner en los nombres y apellidos las grafías que no existen en francés, como los acentos propios del catalán, una cuestión que provocaba muchas polémicas hasta ahora. No estaban permitidos los diacríticos que no usa el francés, y eso ponía problemas al acento agudo en el catalán "í".
El argumento de Morac para convencer a diputados de prácticamente todos los grupos fue que las lenguas regionales también son patrimonio de Francia y que ya no se puede garantizar su uso por tradición familiar, sino que hace falta una actuación decidida desde la escuela. El punto que le costó más sacar adelante fue impulsar la idea de la inmersión (con el matiz de que sólo llegará al 50% y que será voluntaria), que es un sistema de éxito en la Catalunya sud, y también en Quebec con el francés, en Flandes con el neerlandés o en Israel con el hebreo. Pero finalmente quedó aprobado.
Morac insistió aquel día en que la aprobación de la proposición era "una victoria histórica", que representa un salto importante en la situación de estos idiomas en Francia, sólo tímidamente aceptados. La iniciativa no llega a la normalización del catalán en la Catalunya sud, pero si se aplica será un salto evidente en Francia. El diputado remarcó que se han mantenido dentro de los criterios del Tribunal Constitucional francés, a partir de su Constitución centralista, que indicó que hace falta voluntariedad, y que se garantice que todos los alumnos conocerán igualmente el francés. También estaba previsto crear paquete de apoyo para escuelas privadas que ofrecen educación en catalán desde hace décadas, como la Bressola o Arrels.
El diputado de Perpinyà Romain Grau (La República en Marcha) precisamente fue uno de los que votó a favor de la proposición y expresó en la red su satisfacción por el reconocimiento que significaba para el catalán. "El proyecto de ley del diputado Paul Molac sobre protección del patrimonio y promoción de las lenguas regionales se pasa en la Asamblea Nacional el jueves 8 de abril de 2021. Lo votaré sin ningún tipo de duda", indicó.
Paul Morac hace años que intenta convencer a los franceses de que el estudio del bretón o el catalán desde la escuela maternal, no hace que después los alumnos no sepan el francés, sino que sirve en sentido contrario para adquirir la flexibilidad plurilingüe para aprender idiomas.