Vuelve el 8-M y con él los actos para visibilizar las discriminaciones que sufren las mujeres y para hacer valer y resonar la lucha feminista, reivindicando todas sus victorias pero sin olvidar todo el recorrido que todavía queda por hacer. Este martes hay convocadas varias acciones por todo el país donde también está previsto que participen miembros del Govern, como hoy han hecho, que han celebrado un acto institucional para el Día de la Mujer Trabajadora, encabezado por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y por la consellera de Igualtat y Feminismes,Tània Verge. Los dos han reivindicado la transformación feminista como bandera de este Govern: "Desde esta Conselleria tenemos claro que transformación feminista es necesidad de presente y un imperativo democrático que compromete a todas las instituciones del país", ha dicho Verge.
El acto ha contado con una anchísima representación de los consellers del Govern pero también del Parlament, con su presidenta, Laura Borràs, y varios miembros de la Mesa. Más allá de los discursos oficiales de Aragonès y Verge, el Govern ha querido dar voz a la diversidad de la lucha feminista y por eso ha invitado a debatir y reflexionar a varias mujeres de diferentes edades y colectivos, y también ha habido actuaciones musicales del grupo Roba Estesa, formado únicamente por mujeres.
En su intervención el presidente Aragonès ha reivindicado que el feminismo es un compromiso que se tiene que ejercer cada día, y ha subrayado que prueba de este convencimiento es la creación de la Conselleria de Igualtat y Feminismes. Aragonès ha reclamado erradicar el patriarcado rompiendo roles impuestos, y ha reconocido que aunque a toda la sociedad le gusta reconocerse como sociedad moderna y avanzada, no puede ser que todavía se normalicen realidades injustificables como el hecho de que las mujeres sean excluidas de situaciones de poder, que las opiniones de los hombres sean más escuchadas y que las mujeres cobren menos que los hombres: "No podemos normalizar que el 51% del país, por el hecho de ser mujer, se sienta insegura en cualquier espacio, también dentro de casa".
Así lo ha dicho Aragonès, que también ha llamado a transformar a la sociedad para hacerla más justa, y ha reivindicado que Catalunya sea un país pionero en la igualdad. Sobre los retos del Govern, ha dicho ser conocedor de que las expectativas son muy altas, pero ha asegurado que la ambición es inmensa y que asumen la transformación como un "reto mayúsculo", y ha reivindicado las instituciones como las responsables de combatir las desigualdades, escuchando todas las voces: "El reconocimiento colectivo es el primer paso".
Feminismos para parar el fascismo
Por su parte la responsable máxima del Govern en esta materia, Tània Verge, ha asegurado que el Govern ha llegado hasta aquí -con hechos como la creación de su Conselleria- gracias al movimiento feminista, y ha recordado a todas las mujeres feministas que han precedido la lucha. Ahora bien, ha reclamado no quedarse estancados y reclamar mucho más, y ha llamado a dejar "la normalidad patriarcal para construir la normalidad feminista".
La consellera ha reivindicado el derecho a ser libres de desigualdades, discriminaciones, de violencias machistas, de los roles sociales que asignan tareas de cuidado y domésticas, de la presión estética. Así, ha sostenido que la erradicación de todas estas cuestiones es parte indiscernible de la transformación feminista, de los feminismos en plural, unos feminismos para parar los pies "al fascismo y las guerras".
El papel activo de los hombres
Antes de las intervenciones propiamente institucionales y justo empezar el acto, moderado por las humoristas feministas Oye Sherman y Ana Polo, ha tomado la palabra la presidenta del Institut Català de les Dones, Meritxell Benedí, que ha sido la encargada de leer la Declaración Institucional. En el texto se carga contra un patriarcado "que impregna todo de jerarquías", y se reivindican dos cambios como imprescindibles. El primero, el papel activo de los hombres para identificar los comportamientos machistas propios; el segundo, que haya una respuesta institucional a la altura de la vitalidad del movimiento feminista. "La transformación feminista es imparable", ha cerrado.
Por parte de las ponentes invitadas al acto, el activista y comunicadora Desiré Bela-Lobedde ha llamado a no normalizar la carga de los cuidados, la brecha salarial ni las discriminaciones vividas, y ha cargado contra el predominio de los "cuerpos normativos blancos y el pelo liso". La exdiputada Maria Olivares ha subrayado la lucha hecha hasta ahora, pero ha asegurado que queda mucho trabajo por hacer: "No podemos decir que hemos ganado, podemos decir que hemos avanzado". Desde la Comisión de Igualdad del Instituto Joan Puig y Ferretero, Leire Palazos y Aina Ferré han subrayado formas de discriminación dentro de las aulas, como atribuir asignaturas de ciencias a los chicos y no a las chicas, o que cuándo un alumno está enfermo se diga aquello de "llamar a la madre", atribuyendo la carga de los cuidados únicamente a esta figura.
La exjugadora de Hockey Anna Romero, por su parte, ha destacado las discriminaciones en el mundo del deporte, que condena a las mujeres a entrenar en peores horarios para estar al servicio de los horarios de los equipos masculinos o bien no contar con tantos recursos. Finalmente la delineante y activista trans Clara Palau ha cargado contra las miradas indiscretas de la sociedad hacia este colectivo.