El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha incrementado la división que está causando en el Gobierno cómo tendrá que tratar al president Carles Puigdemont si cruza la frontera con inmunidad, y ha criticado el posicionamiento de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, que ha insistido en que no se lo podría detener.
Ábalos se ha añadido a la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, y también ha discrepado de Belarra, con el argumento de que no es conveniente "mezclar unas figuras con las otras en el asunto de los indultos" porque "no tienen nada que ver", en referencia a Puigdemont. "En unos casos estamos hablando de personas que no huyeron de la justicia, asumieron sus actos y han cumplido una buena parte de su condena, mientras que Carles Puigdemont es un huido de la Justicia [española] que está fuera de España", ha señalado Ábalos discrepando frontalmente de Ione Belarra.
Además, en una visita en la capital del Bierzo para inaugurar una obra de rehabilitación en el Castillo de los Templarios, el ministro de Transportes ha precisado a preguntas de los periodistas que la mesa de diálogo entre Catalunya y el Estado "tiene que ser entre gobiernos", sin que participen representantes de los partidos políticos, ajenos al ejecutivo. Con esta fórmula no podrían estar ni Puigdemont ni el líder de ERC, Oriol Junqueras.
La ministra de Derechos Sociales ha indicado a RAC1, en una entrevista, que sería una "incongruencia" apostar por "acabar con la judicialización", es decir, por los indultos a los presos, y al mismo tiempo defender la detención de los miembros del Govern del 1-O que están en Bélgica.
A su entender, "normalizar" la situación en Catalunya también implica que los exiliados puedan volver. Belarra ha afirmado que "no es normal" que los exiliados no estén en el Estado español y ha subrayado que su marcha "es derivada del proceso de judicialización" del conflicto.