José Luis Ábalos contraataca, y amenaza ahora al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, por hacer públicos sus datos personales en el expediente de su suspensión cautelar de la militancia. El caso es que el pasado martes, cuando el exministro declaraba la guerra al partido manteniendo el escaño y marchándose al Grupo Mixto, los socialistas compartieron con la prensa el expediente de expulsión. A las 15:14 enviaron por WhatsApp un pdf en el que se podían leer datos como el DNI, su correo electrónico o la dirección de su casa, en Valencia. 13 minutos más tarde corrigieron, suprimieron el documento enviado y mandaron otro en el que los datos aparecían ya tachados.
José Luis Ábalos considera que, más allá de poder ser un error, el hecho es grave, motivo por el cual pide que se abra un expediente en el partido para estudiar el caso y así poder emprender acciones legales. Así lo ha solicitado en un documento, según adelanta este lunes laSexta. Las acciones legales se emprenderían, precisamente, contra quien actualmente ocupa el cargo que estuvo en sus manos hasta 2021, Santos Cerdán. El exministro considera que tanto la negligencia como la voluntad de causar daño a Ábalos es punible.
Hace falta recordar que Ábalos fue el hombre fuerte del PSOE cuando Pedro Sánchez, en 2016, fue revalidado como secretario general del partido en unas primarias en las que consiguió tumbar las aspiraciones de Susana Díaz de convertirse en líder socialista. De hecho, fue el mismo Ábalos quien en 2018 defendió la moción de censura contra Mariano Rajoy impulsada por el PSOE, con Sánchez como candidato. Arrancaba su discurso de esta manera: "Es una moción de censura dirigida a exigir la responsabilidad política del gobierno presidido por Mariano Rajoy" en el caso Gürtel del PP. 'Responsabilidad política' es precisamente lo que el PSOE le reclama, ahora mismo, a Ábalos, dimitir por haber confiado en Koldo García.
El pasado martes, el PSOE decidió suspenderlo de militancia después de que Ábalos desafiara el partido. Los socialistas le habían pedido 24 horas antes que dimitiera y entregara su escaño, después de ver "responsabilidad política" en el caso Koldo. La policía detuvo a su exasesor por una trama de presunta corrupción. El exministro no está investigado, pero su partido le recrimina haber escogido malas compañías a su alrededor, motivo por el que tendría que dar un paso al lado.
El PSOE vive desde entonces una crisis, porque se trata de un escándalo que salpica a Pedro Sánchez: la mano derecha de su mano derecha ha sido protagonista de una trama corrupta. Hay también "mucha tristeza" en el partido por el choque que hay actualmente entre la dirección del PSOE y José Luis Ábalos, que ha acabado en el Grupo Mixto del Congreso de los Diputados.