El presunto conseguidor del caso Koldo, el empresario Víctor de Aldama, afirmaba este lunes en su declaración como imputado ante el juez que indaga en la presunta trama en el Tribunal Supremo (TS) que se pagaron entre 3,5 y 4 millones de euros en comisiones por la adjudicación de obras públicas, unas supuestas mordidas que ha detallado que se repartían con el exministro de Transportes José Luis Ábalos, su exasesor ministerial Koldo García y también con el PSOE. Este martes es el turno de Koldo García, el exasesor de Ábalos, que comparece en el Supremo y que, en una entrevista en TVE esta mañana, ha admitido que conocía a Aldama, pero ha negado que sus acusaciones sobre el exministro tengan ninguna viabilidad. Ábalos, por su parte, ha presentado un informe con "25 contradicciones de Víctor de Aldama" al Tribunal Supremo.
Ábalos ha entregado este documento al magistrado del Supremo Leopoldo Puente, el cual recoge las que considera que son las "25 contradicciones" que incurrió el empresario el 21 de noviembre pasado en la Audiencia Nacional después de comparar sus declaraciones con informes policiales y noticias de prensa.
El Delcygate
En el informe, Ábalos rechaza con rotundidad haber pedido al empresario De Aldama "ninguna misión diplomática" ni "como enlace ni como representante del PSOE" para gestionar las relaciones con Venezuela, "ni oficial ni extraoficialmente", y recuerda que la visita de la vicepresidenta venezolana en España en el 2020 es un hecho "aclarado suficientemente en sede judicial" y archivado. En su informe, el exministro también sostiene que "es falso de toda falsedad que hubiera previsto una cena" con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y varios ministros, y "nunca existió la posibilidad de que se la pudiera detener al no estar perseguida en España por ningún delito ni existir una orden de detención".
Defensa a Koldo
El exministro también sale en defensa de su exasesor Koldo García cuando dice que la Guardia Civil "basa en gran medida sus acusaciones sobre el presunto cobro de comisiones" por su parte en documentos incautados en dispositivos de Aldama, cuando en realidad "no existe ninguna prueba documental aportada hasta el momento" que así lo corrobore. Y, añade, fue Aldama quien "buscó conocer a Koldo" y no al revés. En su declaración la semana pasada delante del Supremo, Ábalos describió a Koldo como "la persona de referencia" para llegar a él, su "asistente personal", "la persona que iba a la farmacia, le compraba tabaco".
Aena y México
En una de estas contradicciones, sobre los proyectos de AENA, niega el supuesto agradecimiento de Sánchez a De Aldama por una presunta tarea diplomática a favor del Gobierno, durante "el acto público" del PSOE en La Latina con motivo de las elecciones municipales del 2019. No reconoce, "por imposible", que Sánchez agradeciera a De Aldama "ninguna colaboración con respecto a las relaciones con México" porque estas se canalizan a través de los órganos del Estado y porque el presidente ya había visitado oficialmente el país con anterioridad.
Ábalos defiende a Sánchez cuando dice que "ha dado un papel relevante a las políticas internacionales y es quizás el presidente español que ha tenido más presencia internacional, con dominio de idiomas, que no lo ha asustado moverse fuera de nuestras fronteras y que ha dado a España cada vez más peso a la esfera internacional". ¿"Dicho todo eso, por qué el presidente Sánchez le tendrá que agradecer nada a De Aldama? No le ha debido ni le debe nada", añade. Por eso, asegura que es "falso" que De Aldama, después del viaje a México en el 2019, tuviera más "proyectos encima de la mesa" que ofrecer al Ministerio "cómo podía ser la posible gestión de varios aeropuertos en México por parte de AENA", porque el gestor aeroportuario de España desde el 2016 ya era socio operador en 12 aeropuertos de México.
Por lo tanto, continúa, "ni el presidente ni el gobierno de España necesitaban el concurso de De Aldama" para estrechar estos lazos. Con respecto al acto, asegura que "nunca" invitó al empresario ya que, "al ser un acto abierto del PSOE" para cargos, militantes y simpatizantes, "no hacía falta ningún tipo de invitación ni requisito para la asistencia" porque "la entrada era libre".