Santiago Abascal ha vuelto a Catalunya. Y lo ha hecho en medio de una oleada multitudinaria de apoyo. El presidente de la formación de extrema derecha Vox ha sido aclamado en su llegada a un auditorio de Cornellà de Llobregat absolutamente lleno. La excusa de su visita a tierras catalanas era para participar en un acto que el partido ultra ha organizado para celebrar el primer año de Vox en el Parlament. Ahora bien, lo cierto es que este hito ya se produjo hace unos meses, y no a principios de junio. El momento actual, en cambio, se ve marcado por las elecciones que tendrán lugar en solo unas semanas en Andalucía, y en que la ultraderecha apuesta por entrar al futuro gobierno. Sin duda, el viaje de Abascal a Catalunya no puede entenderse sin enmarcarla en el contexto de la campaña para estos comicios en el sur de España.
De hecho, Vox ya ha aprovechado la cuestión catalana para ganarse votos en Andalucía. Hace solo unos días, Abascal ya reclamó la aplicación del artículo 155 de la Constitución a Catalunya para responder a la negativa del Govern a aplicar el 25% de castellano que obliga al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Y sin ir más lejos, el programa electoral de los ultras para la región andaluza sitúa como primer punto "suspender la autonomía catalana hasta la derrota sin paliativos del golpismo".
Pero eso, en Cornellà, no irrita al millar de asistentes que han seguido el acto en directo. Al contrario: los gritos de 'Puigdemont, a prisión' y los 'Viva' en España, el rey, la Policía Nacional y la Guardia Civil han arrancado antes de iniciar al acontecimiento. También ha habido insultos para Laura Borràs y Pere Aragonès. La entrada de los diputados catalanes ha sido extensamente aplaudida, especialmente para el diputado gerundense Alberto Tarradas. Pero ha sido la llegada del presidente nacional la que ha recibido un apoyo sin paliativos: los clamores de 'Presidente' lo han acompañado durante un buen rato mientras subía al escenario.
Abascal reivindica la "Catalunya hispánica"
El discurso de Santiago Abascal se ha centrado pronto en la situación en Catalunya. Y lo ha hecho para reivindicar su carácter español. "Esto es España y seguirá siendo España", ha lanzado. "Catalunya siempre ha sido una parte de la historia de España, y venimos a defender la Catalunya hispánica". También se ha referido al artículo 155 de la Constitución que se aplicó en 2017 para hacer frente a la declaración de independencia, y que ha tildado de "155 de broma". "Unos no se atrevían por la mayoría absoluta, otros porque eran cómplices y otros porque querían elecciones adelantadas", ha dicho en referencia al PP, PSOE y Ciutadans respectivamente.
Abascal ha ido más allá y, como ya hizo unos días en plena campaña por las elecciones andaluzas, exigió volver a aplicar el mismo artículo con el fin de poder responder a la inacción del Govern al aplicar el 25% de castellano a las escuelas, como ha dictado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. "Esta región continúa al margen de la ley, alejada de la prosperidad y ha perdido la esperanza por culpa del separatismo golpista", ha bramado. "Tenemos que aplicar de manera permanente y sostenida el 155 hasta recuperar el orden constitucional y la libertad para los niños que no pueden estudiar en su lengua".
Garriga: "Ni Illa ni Aragonès"
Por su parte, el líder ultra en Catalunya, Ignacio Garriga, ha mencionado brevemente la política catalana, y lo ha hecho para cargar contra el independentismo, pero también el socialismo. "Lo diré bien claro para que lo oiga todo el mundo: Ni Salvador Illa ni Pere Aragonès son la solución a los problemas de los catalanes; son la causa de los problemas", ha lanzado. Sobre los partidos soberanistas, ha avisado de que "quieren vulnerar la ley, atacar los cimientos e ir contra las libertades", y con respecto al PSC ha alertado de que es solo "la muleta" de los independentistas.
"Catalunya no es una nación. La nación es España y Catalunya forma parte de orgullosamente", ha remachado. Y en este punto también ha dirigido un aviso al Partido Popular, después de que esta formación afirmara que España es un estado plurinacional, solo para que Alberto Núñez Feijóo lo rechazara un día después. "Ni los partidos que dicen una cosa y cambian al día siguiente nos pueden convencer. Y, si no, que se diluyan y se integren en otros partidos para dejarnos paso". Posteriormente, el resto de su discurso ha estado lleno de los habituales ataques racistas.
Manifestación antifascista
El acto ultra no ha quedado sin una respuesta por parte del antifascismo. Cerca de doscientas personas se han reunido en el centro de Cornellà y han caminado hasta las puertas del auditorio clamando consignas contra Vox. Pero una vez aquí se han encontrado con un importante operativo policial que ha impedido el paso de los manifestantes, que se han acabado por marchar al cabo de un rato. Ayer, una treintena de entidades ya exigieron al alcalde socialista de la ciudad que no alquilara ningún espacio público a la formación ultra, pero fue en vano.