El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha respondido a la decisión por parte del Gobierno de prohibir el acto del partido ultra convocado en la ciudad autónoma de Ceuta para el lunes 24. El Ejecutivo pretende evitar que el acto altere "la convivencia pacífica" y culmine una semana de tensiones por la llamada crisis migratoria. Por su parte, el líder de Vox ha sacado pecho y ha lanzado un mensaje amenazante desde una concentración en Sevilla: "Estaremos en Ceuta sea como sea".
A raíz de la reciente crisis migratoria vivida esta semana en las fronteras entre el Estado y Marruecos, Vox ha aprovechado la situación para profundizar su discurso de ultraderecha, militarista y xenófobo, un 'frame' que el mismo Ejecutivo parece haber adoptado, al menos en parte.
Ante la prohibición del Gobierno, Abascal ha declarado ante las 1.000 personas al mitin de hoy en Sevilla, bajo los lemas "en defensa de las fronteras" y "stop invasión", que tiene la intención de viajar hasta Ceuta "con autorización o sin". Aunque el ultra no haya dudado al sacar pecho, también ha dejado espacio para el victimismo, denunciando que la decisión del Gobierno de prohibir el acto político "no tiene precedentes."
También en Twitter, Abascal ha difundido el mismo mensaje: "Ceuta está sufriendo la dejadez del Gobierno, que ha rendido las fronteras, y ni siquiera deja a los ceutíes que se manifiesten para exigir la protección y las medidas que el gobierno les debe. Recurriremos y estaremos en Ceuta, por descontado".
Abascal volverá a Ceuta
El líder de Vox ya viajó hasta la ciudad autónoma en plena crisis migratoria esta semana, delante de las cámaras de decenas de periodistas, para denunciar que el Estado está sufriendo una "invasión", exigir la militarización permanente de las fronteras, la construcción de un muro "infranqueable" y la devolución inmediata de todas las personas que la crucen. En este último punto, el Ejecutivo español también parece coincidir con los ultras.
Entre cánticos clásicos entre los ultras como "yo soy español" y "menas no", Abascal ha querido argumentar su postura aludiendo a 'el efecto llamamiento' de las personas migradas, un recurso muy popular entre los de extrema derecha y que en realidad no existe. "Detestamos a algunos de nuestros compatriotas que abren las fronteras con el efecto llamamiento", ha dicho en referencia al presidente de la Junta andaluza, Juanma Moreno.