La extrema derecha parece que ha encontrado su mecanismo para hacer política: la moción de censura. Este miércoles, en el marco de una nueva comparecencia de Pedro Sánchez delante del Congreso, el líder ultra Santiago Abascal ha vuelto a amenazar con otra. Reglamentariamente, la podría volver a presentar, porque la anterior fue debatida en el anterior periodo de sesiones. Y fue muy efectiva para su objetivo: el desgaste del Partido Popular. De hecho, en las elecciones catalanas del 14-F, Vox consiguió su primer sorpasso a los populares. La hegemonía de la derecha podría estar virando.
De esta manera, durante su intervención de respuesta a Pedro Sánchez, Abascal ha recordado la moción que presentaron en octubre, cuando pusieron de manifiesto los supuestos males del gobierno "socialcomunista" que se están confirmando. En este punto, el dirigente ultraderechista ha añadido: "No hemos fallado. Todo el mundo sabía que teníamos razón. Y quizás tenemos que ofrecer a esta cámara la posibilidad de otra moción de censura para que algunos diputados puedan redimirse". En aquella ocasión, incluso apeló a diputados socialistas que estuvieran descontentos con la presencia de Podemos en el Gobierno.
El contexto para justificar la amenaza: las protestas de los últimas días en Barcelona y en ciudades de todo el Estado contra el encarcelamiento de Pablo Hasél. El dirigente ultra ha acusado al Gobierno de "promover disturbios gravísimos, agresiones a la policía, saqueos de comercios y el miedo entre la población". Ha alertado que ciudades de toda España "hace una semana que sufren la violencia que promueve este gobierno y la Generalitat de Catalunya". Los ha instado a "dejar de animar a los terroristas de calle". La comparecencia era sobre el coronavirus y el estado de alarma.
En aquella primera moción de censura, el candidato a la presidencia, Santiago Abascal, tomó la palabra para repetir aquello de que el gobierno de Sánchez e Iglesias es "el peor de los últimos 80 años", incluyendo la dictadura franquista en esta secuencia temporal. El dirigente ultra acusó al ejecutivo de "no respetar al Rey" ni la "soberanía" del pueblo español. "A los españoles se les ha acabado la paciencia. Es deber de esta cámara devolver la palabra a los españoles", sostuvo. Se comprometió a convocar elecciones si la moción de censura prosperaba. Pero los números eran los que eran.
El primer 'sorpasso'
Aquella primera moción de censura tenía la vista puesta en las elecciones en el Parlament de Catalunya, que entonces no tenían fecha todavía. De hecho, el encargado de defender la iniciativa fue el jefe de filas en Catalunya, Ignacio Garriga, que ganó protagonismo mediático. El resultado se ha visto en las urnas, con el primer sorpasso de la extrema derecha en el PP: mientras los populares bajaron un escaño, hasta los tres diputados, Vox irrumpió en la cámara catalana con 11 diputados.