Desigualdad, fuente de discordia, empobrecimiento social, colonización nacionalista... Estas son solo algunas de las situaciones que está comportando la cooficialidad lingüística en distintos territorios del Estado para ABC, que se dedica ahora hacer un monográfico sobre nacionalismo y lenguas y a predicar contra las otras que se hablan en territorio español en favor de una lengua única: el castellano. Y punto.
El concepto riqueza cultural se ajusta, para ellos, justamente a dejar de lado todas las lenguas cooficiales y dejar que el español predomine en las administraciones públicas y en todos los ámbitos de la vida de los ciudadanos. Y cuantas menos lenguas "alternativas" se hablen, mejor, porque si se prueba de combinar las dos se convierte en "un ataque sin tregua a la lengua común".
El diario citado no solo dedica su portada entera a esa cuestión, si no que, al menos seis noticias, versan sobre esto. Bajo el título "El nacionalismo intenta borrar el español", el diario citado carga sobretodo contra Catalunya, pero también lo hacen contra el País Valencià, Baleares y el País Vasco porque consideran que ahora en Navarra "el idioma se ha convertido en la punta de lanza de la misma ofensiva disgregadora que se ha producido" en los territorios citados.
A pesar del procés que vive Catalunya, para este rotativo "uno de los procesos políticos más graves y perniciosos de los últimos años en España es la colonización de Navarra por el nacionalismo vasco", y más después de que ayer el Parlamento navarro aprobara ley de contratos públicos con el apoyo del Partido Socialista de Navarra. Una mala noticia para ABC, que se lamenta de que "la cooficialidad lingüística se está convirtiendo en una fuente de discordia y empobrecimiento social, además de un factor de desigualdad que debería repugnar a la izquierda española".
De hecho, en su editorial bautizada como "Colonización nacionalista en Navarra", cargan fuerte contra la izquierda porque, según su punto de vista, "no se libera de su condición de muleta del nacionalismo, olvidando su viejo credo igualitarista y permitiendo en Navarra la consolidación de una política panvasquista contraria al espíritu y la letra de la Constitución".
ETA y la lengua
Aunque poco tenga que ver, ABC no se corta ni un pelo a la hora de comparar ETA con la cooficialidad de las lenguas. "El rescate de ETA de su derrota histórica es un propósito común de todos los nacionalistas", se lamenta, al mismo tiempo que suelta que "la mayoría nacionalista e izquierdista concedió un apoyo inaceptable en una democracia constitucional" a "la apología de los matones de Alsasua".
Tras dar estos argumentos, el diario mencionado avisa: "La situación es grave, pero no lo parece". Y justifica esta advertencia sosteniendo que "se están aplicando en Navarra los protocolos de infestación nacionalista de la sociedad que tan buen resultado han producido para el separatismo en Catalunya y País Vasco".
Precisamente por eso, piden al gobierno del PP que se centre en Navarra porque, según apuntan, el PSOE "carece de carácter político como partido nacional" y eso comporta que "la estabilidad constitucional en España" esté "en un jaque permanente por los nacionalismos, y en Navarra —como antes en Catalunya y el País Vasco y luego en Baleares— se está construyendo una reconfiguración de su identidad política que la anule como el valladar que siempre fue, foral y español, frente al nacionalismo".
¿Su solución? Es clara y "clave" para ellos: El idioma tiene que ser "impuesto por decreto".
Discriminación del castellano
En otros artículos, ABC se lamenta de que en España se ha pasado de "celebrar la «riqueza» lingüística que recoge la Constitución, a la discriminación del castellano", solo porque en algunos territorios, hablar las dos lenguas se convierta en "mérito".
Después de cargar contra la iniciativa de la cámara navarra, el diario citado empieza a meter caña, como no podía ser de otra manera, a Catalunya, pero también al País Valencià, a Baleares y al País Vasco solo por promulgar el conocimiento de las lenguas que se hablen en esos territorios.
Eso sí. De los territorios mencionados, y siempre según el criterio del medio en cuestión, Catalunya es de lo peor porque "allí, la inmersión lingüística en la escuela es quizás el exponente más visible de una política que ha puesto la lengua y la promoción del catalán, con su reverso inevitable en forma de discriminación del castellano, como punta de lanza de un proyecto de construcción nacional".
Para acabar, y como ya viene siendo habitual, vuelven a interpretar la Constitución a su manera para ponerse en el papel de víctima y soltar que, aunque el artículo 3.3 de la norma suprema señala que "la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección", para lamentarse de que, "sin limitación alguna, algunos lo hacen sobre el desprecio al castellano".