Definitivamente, descartada la aplicación de la amnistía para Abel Mora, el joven anarquista convertido en la primera y única persona independentista en la prisión desde el mayo pasado, un mes antes de la entrada en vigor de la norma del olvido penal. La Audiencia de Barcelona ha confirmado la resolución del magistrado del juzgado de lo Penal 15 de Barcelona, que le denegó la aplicación de la amnistía al asegurar que el delito que cometió no estuvo motivado para promover la independencia de Catalunya, según una resolución a la cual ha tenido acceso ElNacional.cat, este miércoles. Mora fue condenado a 3 años y 9 meses de prisión como coautor de un delito de lesiones a un hombre que llevaba una bandera y una gorra española, cuando volvía de participar en una manifestación del sindicato de la policía española Jusapol. El compañero de Mora, desaparecido, lo empujó por la espalda escaleras abajo del metro de Barcelona, el 10 de noviembre de 2018, y él fue castigado por encubrirlo.
Ahora, la Audiencia de Barcelona ha ratificado esta resolución y ha rechazado extinguir la pena a Abel Mora, hecho que no le permite salir del penal. "Es evidente que no estamos ante un acto de reivindicación ni encaminado a promover o procurar la secesión o la independencia de Catalunya, ni tampoco en ninguno del resto de los supuestos que integran el ámbito de la ley de amnistía, por lo cual el recurso interpuesto contra la resolución que deniega la aplicación de la ley de amnistía a los hechos objeto de enjuiciamiento en la sentencia que se ejecuta, tiene que ser íntegramente desestimado", manifiesta la sección 8 de la Audiencia de Barcelona.
Acción fuera de la manifestación
El tribunal reitera que en los hechos probados se destaca que la acción no pasó durante la manifestación contraria a la de los policías españoles -que reclamaban la equiparación salarial entre cuerpos policiales -ni que la persona agredida fuera un agente de la policía. Los hechos pasaron en una parada de metro y los dos jóvenes provocaron lesiones al hombre solo por el hecho que llevaba una gorra y una bandera española, por eso se le aplicó la agravante por motivos ideológicos. Actuó por su animadversión a los símbolos españoles, declara la Audiencia de Barcelona, que recoge la sentencia que lo condenó.
La defensa del joven insistió que la manifestación del sindicato policial era para enaltecer la actuación de los policías frente a la ciudadanía catalana el 1-O. Precisamente, cerca de un centenar de agentes de la policía española y de la Guardia Civil sí que han sido amnistiados por haber vejado y pegado a votantes durante el referéndum.