El abogado Jordi Pina, que representa a Jordi Turull i a Josep Rull, ha pedido esta tarde al Tribunal Supremo la puesta en libertad de los consellers de la Presidència y de Territori i Sostenibilitat antes de la toma de posesión, después de que el president Quim Torra ha anunciado su nombramiento. Turull y Rull son los dos consellers restituidos que están encarcelados. Pina utiliza entre los argumentos valoraciones que han realizado en los últimos meses el portavoz del PSOE, José Luis Ávalos; el expresidente español Felipe González, i el delegado del Gobierno español en Catalunya, Enric Millo, en el sentido de que tener presos políticos no facilita las cosas.
El abogado argumenta que no existe "riesgo de fuga" de los consellers, y que con la restitución de la Generalitat por la desaparición del 155 con el nuevo Govern, no hay motivo para que no obtengan la libertad provisional. "Cuando se nombre Govern, quedarán sin efecto las medidas acordadas en su momento por el Senado al amparo del artículo 155 de la Constitución española, y se podrá defender entonces que Catalunya habrá recuperado el derecho al autogobierno que le reconoce el artículo 2 de la Constitución", argumenta.
Según el abogado, Turull y Rull pueden ser perfectamente miembros del Govern, porque no existe ninguna ley que se lo impida. "Los dos diputados tienen perfecto derecho a aceptar estos cargos, porque les ampara el artículo 23.2 de la Constitución española, que reconoce su derecho a acceder en condiciones de igualdad a los cargos públicos, sin que fuera legítimo discriminarles por tener la condición de presos preventivos: ello no tan sólo iría en contra de su presunción de inocencia (artículo 24.2 de la Constitución) sino que supondría además una aplicación anticipada de facto del artículo 384 bis del Código Penal, sin que hoy por hoy concurran los supuestos", indica.
Pina afirma que el hecho de que los futuros consellers tengan que ejercer su cargo desde la prisión "no es, por descontado, nada conveniente", ya que eso dificultaría un adecuado cumplimiento del trabajo en actividades tales como la asistencia a reuniones del Govern, la rendición de cuentas ante el Parlament (con lo que podrían vérsese vulnerados los derechos de la oposición y de otros grupos parlamentarios en ausencia del conseller), o la firma de las resoluciones que no puedan delegarse. "Por este motivo, que los consellers puedan disfrutar de libertad y ejercer de manera efectiva sus cargos se considera un elemento necesario para el acertado retorno del autogobierno", añade
El abogado insiste finalmente en que el riesgo de fuga es inexistente, y todavía más si Turull y Rull actúan formalmente como consellers.