La Fundación Española de Abogados Cristianos ha presentado una denuncia en los juzgados de Sant Feliu de Llobregat contra las tres personas que participaron en el gag de TV3 en el cual hacían befa de la Virgen de Rocío. La entidad afirma que el trato "vejatorio" podría ser constitutivo de un delito de escarnio. Así pues, a raíz de esta sátira, la Fundación Española Abogados Cristianos ha presentado una denuncia contra los dos presentadores de TV3 y contra la actriz que simulaba ser la Virgen por un posible delito de escarnio, y ahora el juez tendrá que decidir si lo admite o no a trámite.
Ataque contra los sentimientos religiosos
El martes pasado 4 de abril, TV3 hizo una sátira sobre la imagen de la Virgen del Rocío en el programa está pasando, en el cual parecía la cómica Judit Martin caracterizado como la Verge del Rocío con un muñeco bebé en brazos simulando al niño Jesús, con sus presentadores, Toni Soler y Jair Domínguez, ironizando que la virgen no sale de procesión por Semana Santa, además de hacer bromas con su vida sexual y su acento andaluz.
La entidad religiosa considera que se trata considera que se trata de un "ataque contra los sentimientos religiosos cometido de forma totalmente gratuita" y, además, en una "época muy importante para los católicos como es la Semana Santa", argumentan. En la denuncia, la Fundación se acoge al artículo 525.1 del Código Penal, el cual establece que "incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a los que los profesan o practican".
Críticas a los protagonistas del gag
Abogados Cristianos recuerda que la jurisprudencia del Tribunal Supremo establece que el escarnio se puede definir como la "burla o mofa de aquello que se contradice", "una expresión de desprecio burda e insultante" o "befa tenaz que se hace con el propósito de afrontar". Y los denunciantes concluyen: "el acto de befa o burla es claro y contumaz".
De hecho, el escrito asegura que los tres protagonistas sabían la reacción que produciría el 'gag', "no buscaban la transmisión de ningún mensaje ni efectuaron ninguna crítica, protesta o acto reivindicativo".