La jueza Carmen Lamela se ha encontrado hoy engullida por la polémica tan pronto como se ha sabido que la Audiencia Nacional ha absuelto al expresidente del Barça Sandro Rosell. La sentencia llega después de que Rosell ha pasado 21 meses de prisión preventiva acusado de blanquear comisiones por los derechos audiovisuales de partidos de la selección brasileña de fútbol y d'un contrato de esponsorización con Nike. La jueza denegó la libertad provisional de Rosell hasta 13 veces durante la instrucción del caso.
Los abogados de Rosell le han reclamado que pida perdón por haberlo mantenido casi dos años en la prisión sin motivo. De hecho, no descartan presentar una querella por prevaricación contra Lamela.
No han sido los únicos que le han exigido explicaciones. Las reacciones se han multiplicado en Twitter desde que se ha conocido la absolución del expresidente del Barça.
La misma juez es la que envió a la prisión los líderes independentistas y a los miembros del Govern encausados por el procés cuando el caso se instruía en la Audiencia. El president en el exilio, Carles Puigdemont se ha encargado de recordarlo.
Pero Lamela también fue la responsable de instruir el caso de los jóvenes de Alsasua en la Audiencia por delitos de terrorismo y odio y mantenerlos un año y medio en prisión preventiva antes de comenzar el juicio a raíz de una riña de bar en que resultaron heridos dos Guardias Civiles en octubre del 2016.
Lamela también es la responsable de la investigación contra el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, por sedición.
Por contra, el 2018 fue esta magistrada quien decidió archivar la querella por el proyecto Castor contra cinco ministros de los gobiernos de José Luis Rodriguez Zapatero y Mariano Rajoy.
Hace menos de un año, en julio del 2018, Lamela fue nombrada jueza de la Sala Segunda del Supremo. En octubre del 2016, había recibido la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil y un año después, el entonces ministro de Interior, a Juan Ignacio Zoido, la condecoró con la medalla al mérito policial.