El joven juzgado junto con Pol Serena por atacar dos mossos de escuadra el 21 de febrero del 2019 en una huelga independentista en Barcelona ha quedado absuelto durante el juicio. Un hecho inusual que pasa muy pocas veces y que hoy ha pasado en uno de los juicios pendientes contra los más de 3.000 represaliados acusados por su intervención en varias convocatorias independentistas.

Los Mossos que han declarado no lo han podido identificar como autor de ningún desorden público, y él mismo ha negado haber participado en los disturbios. De hecho, no se puede probar que el 21 de febrero del 2019 estuviera en la manifestación.

Por eso la fiscalía ha retirado la acusación. La Generalitat no lo acusaba. Y al magistrado presidente lo ha absuelto 'in voce' al final del juicio, que ha quedado visto para sentencia sólo para Pol Serena. La fiscalía le pide ocho años de prisión y 2.370 euros entre multas e indemnizaciones por desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y lesiones leves. La Generalitat le pide seis meses de prisión y 227 euros de indemnización.

Los hechos pasaron el 21 de febrero del 2019, en el contexto de la huelga general convocada en contra del inicio del juicio del 1-O en el Tribunal Supremo. En el escrito de acusación, la fiscalía sostiene que junto con el otro acusado por los mismos hechos, bajaron a las vías del tren entorpeciendo la circulación "actuante de forma concertada y con el propósito común de atentado contra la paz pública". Añade que esta acción provocó afectaciones en 27 trenes y retrasos de 294 minutos.

Apoyo a las puertas de la Audiencia de Barcelona

Unas 150 personas han acompañado Serena hasta las puertas de la Audiencia para mostrarle su apoyo, entre las cuales había dirigentes de Esquerra --como Oriol Junqueras y Marta Vilalta--, así como representantes de Junts per Catalunya, la CUP y Òmnium Cultural, entre otros.

Serena, miembro de las juventudes de Esquerra, ha leído un breve escrito en que ha asegurado que entraba en la Audiencia de Barcelona "con la misma determinación de siempre". "Hoy me juzgan a mí, pero los próximos días puede ser alguien más. Hasta que las raíces más profundas de este Estado fallido no se marchen, eso no parará", ha aseverado.

En opinión del joven, nativo de Mataró y actualmente vecino de Vic, su causa judicial "es una forma que tiene el estado español de conservar sus privilegios". "Pero eso cambiará, porque la fuerza del cambio es mayor que la fuerza de cualquier Estado," ha advertido.

En opinión del joven, nativo de Mataró y actualmente vecino de Vic, su causa judicial "es una forma que tiene el estado español de conservar sus privilegios". "Pero eso cambiará, porque la fuerza del cambio es mayor que la fuerza de cualquier Estado," ha advertido.