Más de cinco años después que un grupo de activistas de Arran ocuparan la sede del PP en Barcelona en marzo de 2017, cuando todavía faltaban meses para que se celebrara el referéndum de autodeterminación, pero ya estaban en marcha todos los preparativos, este martes se ha comunicado que el magistrado del juzgado Penal 17 de Barcelona los ha absuelto del delito de desórdenes públicos del que estaban acusados. Además, el juez Josep Tomàs Salàs ha descartado también que David Fernández (CUP) cometiera un delito de falso testimonio en su declaración en este juicio, que tuvo lugar en febrero de este 2022.
Los hechos se remontan en el 2017, cuando Arran (formación que forma parte de la Izquierda Independentista) ocupó la sede de los populares en Barcelona para denunciar la actitud del partido ante la voluntad de los catalanes de celebrar un referéndum. En aquel momento, Mariano Rajoy era el presidente del Gobierno. Entonces, la organización juvenil entró dentro la sede y la empapeló y llenó de urnas de cartón. La Fiscalía pedía para ellos una multa de 5.400 euros, que con la absolución queda descartada.
Un bloqueo insuficiente
Durante el juicio, los seis negaron que hubieran bloqueado el acceso a la sede y que por culpa suya se impidiera la entrada o salida del edificio. En la sentencia, se considera probado que algunos concertados penetraron dentro del edificio del PP, dificultando la entrada y salida del personal y enganchando adhesivo a sus paredes. Con todo, solo pueden acreditar que uno de los acusados entró en el edificio, dificultando la entrada y la salida de personas, durante unos "veinte minutos" que es lo que duró la protesta. Sea como sea, el juez considera que estos hechos no cumplen los requisitos para ser un delito, especialmente por el hecho que esta "ocupación" del vestíbulo, que no del edificio, duró menos de media hora.
Yendo más allá, también descarta que la paz pública quedara afectada por esta protesta, recordando que "el ejercicio de los derechos fundamentales no es neutro y que pueden surgir inconvenientes y molestias a los afectados", que en este caso serían las personas que querían acceder a la sede, durante los pocos minutos que duró la protesta. Además, aunque el juez considera probada que la ocupación había provocado daños valorados en unos 1.300 euros, tal como había denunciado el PP que se retiró de la acusación de la causa, este gasto no recae sobre ellos porque están absueltos.
El testimonio de David Fernández
La sentencia también concluye que David Fernández no cometió ningún delito de falso testimonio, después de que a principios de noviembre la Fiscalía pidiera que se investigara al exdiputado de la CUP en el Parlamento por esta posibilidad. Fernández explicó al juicio que fue a la sede del PP, como "activista" y con la entonces portavoz del grupo parlamentario de la CUP, Anna Gabriel, para hacer de "mediador" por si había algún conflicto, que ha negado. No obstante, en el informe final, el fiscal pedía que se enviara a un juzgado de guardia la declaración en el juicio de David Fernández porque considera que ha mentido al asegurar que "nadie entró en la sede del PP", aunque una quincena de jóvenes entró en el vestíbulo del local". Como ya se ha dicho, este vestíbulo es un espacio entre las dos puertas, donde quedaron "atrapados" los activistas, pero la Fiscalía consideraba que Fernández podría haber mentido, cosa que ahora el juez ha descartado.