La Audiencia de Madrid ha absuelto al artista Enrique Tenreiro, acusado de varios delitos por haber pintado una paloma y el mensaje "por|para la libertad" en la tumba de Francisco Franco en el Valle de los Caídos en octubre de 2018, un año antes de la exhumación. La Fiscalía pedía año de prisión para Tenreiro y la acusación popular (Associación para la Defensa del Valle de los Caídos) dos años por delitos contra la libertad de conciencia y de actos de profanación y daños. Por otra parte, la Abogacía del Estado compareció para solicitar, por la vía civil, que el artista tuviera que indemnizar a Patrimonio Nacional con 833 euros por los daños causado a la tumba.
El artista gallego realizó esta performance la víspera del día de difuntos porla reconciliación de los españoles, recordando que otros dictadores como Benito Mussolini o Adolf Hitler, están enterrados en sitios públicos y que el féretro del dictador estaba "fuera de lugar", en un espacio "pagado por todos", según relató durante el juicio. En aquel momento, la tumba de Franco era un tema de debate a la sociedad española, que se acabó con la exhumación del dictador, que fue trasladado en octubre del 2019 al cementerio de Mingorrubio.
Sentencia no unánime
Así, los juzgan rechazan que el artista quisiera ofender las creencias religiosas de los que eran a misa. "No había empezado la misa, segundo, actuó sol y de forma rápida, y las consignas en ningún caso iban en contra de las creencias religiosas de los que pudieran estar presentes", justifican. Así, también han considerado que la pintada en ningún caso profanaba la tumba del dictador: "Se trata de una figura con una trayectoria como jefe de Estado y la finalidad del acusado no era la del vilipendio de su persona como tal, sino expresar una idea sobre su presencia en el sitio en cuestión, sin que haya un ánimo de ultraje," concluyen los magistrados en una sentencia que no ha sido unánime.
Durante el juicio, el artista ha defendido que la pintada fue una "acción de protesta" que llevó a cabo "a toda velocidad" al ver que en aquel momento se iba a celebrar una misa. Según ha explicado, lo desconocía hasta que vio a unos curas. En la grabación del día que pasaron los hechos, se puede ver como efectivamente Tenreiro se sitúa delante de la lápida, saca las flores que se encuentran sobre la tumba y como con pintura roja dibuja una paloma bajo el lema "por la libertad".
Pintada justificada
Al ser detenidos por miembros de seguridad, gritó "por la libertad y la reconciliación de todos los españoles, para que no haya ningún bando vencido". Ante las quejas de los visitantes del Valle de los Caídos, el hombre aseguró que no estaba en contra de la unidad de España, "pero Franco mató a muchísima gente".
Según su relato, no habría hecho esta pintada en cualquier otra lápida, pero en la del dictador estaba justificado: ¿"Es lícito tener enterrado un dictador que tomó la libertad a varias generaciones y que contribuyó a causa una guerra? Creo que esta tumba estaba fuera de lugar", alegó al juicio. Por el contrario, la Fiscalía incidió durante el juicio que la acción se desarrolló con "evidente desprecio hacia los sentimientos religiosos de los presentes y amparándose en su concepción sociopolítica de la sociedad" y además tuvo lugar "mientras los niños de la Escolanía estaban accediendo al Coro y los sacerdotes de la Eucaristía se dirigían al Altar Mayor".