El miembro de la ultraderecha juzgado por haber amenazado al director de NacióManresa, Pere Fontanals, y a un miembro de los CDR, Abel Aguilar, ha sido absuelto. La magistrada del juzgado de instrucción 5 de Manresa considera que las pruebas no son suficientes para cuestionar la presunción de inocencia del acusado.
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— El Bages pels drets civils (@bagesdrets) January 25, 2021
👉 La justícia espanyola ja ha fallat sobre el cas de les amenaces feixistes al periodista de Nació Digital, Pere Fontanals:@PereFontanals @jordiborras @Ferrancm @naciodigital @GrupBarnils @periodistescat @vpartal @MediacatCat @david_bassa
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😡 La jutgessa ha absolt al feixista acusat d'amenaces al periodista.
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😤 A l'estat espanyol la llibertat de premsa no està garantida.
💪 Pels drets civils, la independència i la llibertat d'expressió, no pararem i els combatrem.
El caso se remonta a 2018 cuando el acusado colgó en su perfil de Facebook una fotografía de las víctimas bajo la palabra wanted (buscado) y sus datos personales. Según la jueza no queda acreditado que él sea el autor y, añade, que a pesar de ser "de mal gusto" no se ha demostrado que las intenciones del acusado fueran "más allá del hecho de compartir" y que el hecho de añadir "quien la hace, la paga" no tiene suficiente peso para considerarse una amenaza.
Según la jueza, para ser considerado culpable de un delito de amenazas "el ánimo intimidatorio tiene que ser claro y concreto". El acusado se enfrentaba, a petición de la Fiscalía, a dos delitos leves de amenazas y le pedía una multa de 720 euros.
El informe policial discrepa
A diferencia de lo que ha dictaminado la jueza, el informe policial apuntaba que las publicaciones de las que habían sido víctimas el periodista y el miembro de los CDR podrían fomentar, promover o incitar directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia".
El acusado negaba los hechos
Durante el juicio, el acusado negó que él hiciera los carteles. "Sólo los compartí", afirmó, añadiendo que "en informática soy un analfabeto". La Fiscalía lo acusaba de dos delitos de amenazas leves y pedía para cada uno de ellos dos meses de multa, con una cuota diaria de seis euros. Por su parte, la defensa del acusado quiso quitar hierro al asunto asegurando que "sólo son publicaciones de mal gusto".