A medida que empieza a caminar la propuesta de Pere Aragonès para intentar resolver el conflicto entre Catalunya y el Estado, van revelándose más detalles. Este lunes, el Consejo Académico para el Acuerdo de Claridad ha publicado su primer artículo elaborado de forma conjunta por todos los miembros: el presidente Marc Sanjaume, Mar Aguilera, Eva Anduiza, Marco Aparicio, Astrid Barrio, Pau Bossacoma, Elisenda Casañas, Lesley-Ann Daniels y Josep Lluís Martí. En él, los siete han hecho referencia a la estrategia que se tiene que seguir para resolver el conflicto político que existe entre Catalunya y el Estado. Y lo han hecho sin cerrar la puerta a otras opciones que no sean un referéndum de independencia. De hecho, este domingo el españolista Astrid Barrio defendía que la solución podría pasar por una consulta sobre la reforma del Estatuto, atendiendo que la autodeterminación no es posible "con el actual modelo constitucional".
En el artículo, publicado en La Vanguardia, el equipo técnico opta por no concretar ninguna vía posible, obviando también referirse al referéndum de autodeterminación --pactado o no-- como única opción sobre la mesa. En cambio, se decantan por remarcar la necesidad de "encontrar el lenguaje común" entre partidarios del independentismo y los opositores para así poder plantear democráticamente "todas las opciones políticas". Una expresión, pues, que abre la puerta a una multitud de caminos diferentes. "Eso implica explorar conceptos que sean capaces de llegar a vías de resolución democrática que disfruten de la máxima legitimidad posible", añaden.
Ahora bien, sí que enfatizan que su informe concluyente tendrá que ser capaz de establecer "un grado suficiente de concreción". Si bien el diálogo "es positivo y constructivo", las democracias liberales tienen que ser capaces de vehicular la voluntad popular "a través de mecanismos específicos". "Es en este sentido que nuestro trabajo es identificar propuestas específicas, no necesariamente para formular soluciones cerradas, sino para ser constructivos ante el momento histórico que nos ha tocado vivir", añaden. "Tenemos que abrir horizontes de conocimiento y caminos que explorar. Abrir, y no cerrar el abanico de posibilidades razonables". En todo caso, sin embargo, es el Govern, junto con las otras instituciones públicas y fuerzas políticas, y en último término toda la ciudadanía, quien tendrá que traducir el informe "en una orientación política concreta".
El riesgo de congelar el conflicto
Por otra parte, los miembros del Consejo Académico también alertan de un riesgo real: que la persecución de la independencia de Catalunya y la oposición del Estado acabe convirtiéndose en un "conflicto congelado". "Es un callejón sin salida para el conjunto de la ciudadanía, un marco político y jurídico que no satisface ni los partidarios de la independencia ni los ciudadanos que aspiran a otros horizontes políticos", como la centralización o el federalismo, remarcan.