La justicia militar está investigando tres presuntos casos de acoso sexual en las Fuerzas Armadas sufridos por tres mujeres soldado entre el octubre pasado y febrero, en la base militar de Sant Climent Sescebes (Alt Empordà), en el cuartel de Palma de Mallorca y en la academia general militar de Zaragoza.
Según han informado fuentes del Ministerio de Defensa, las soldados de Girona y Palma están de baja médica y han decidido rescindir su contrato con el Ejército.
En todos los casos se analizan los hechos denunciados por si pudieran ser constitutivos de delitos de abuso de autoridad o relativos al ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas, previstos y castigados en los artículos 47, 48, 49 y 50 del código penal militar. El nuevo código penal militar incorporó el delito de acoso sexual en el 2014, y el texto llevado al Congreso sustituyó lo que estaba en vigor desde 1985.
El primero de los casos se detectó a principio de octubre cuando un capitán del regimiento Arapiles 62, de la base general Álvarez de Castro, de Sant Climent Sescebes, descubrió que una soldado había decidido no solicitar la renovación profesional y le extrañó porque era su primer año.
Habló con ella para saber el porqué de tal decisión, y entonces ella le relató que había estado sufriendo acoso profesional por parte de algunos compañeros y acoso sexual por parte de un compañero y de un cabo.
El capitán informó al jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), se abrió un expediente disciplinario a los dos militares y se informó a la Fiscalía Militar, que el pasado 13 de febrero decidió solicitar la incoación de sumario al titular del Juzgado Togado Militar Territorial número 31 de Catalunya. No obstante, el juez acordó la apertura de diligencias previas para intentar descubrir qué había pasado.
Se puso en marcha la Unidad de Protección ante el Acoso (UPA), órgano ajeno a la cadena orgánica de mando, creado el 2015 para garantizar la prevención y eliminación del acoso sexual y del acoso por razón de sexo en las Fuerzas Armades, y se le ofreció, como establece el protocolo, apoyo médico, jurídico y psicológico.
La investigación del segundo caso se inició el 25 de noviembre cuando una soldado del regimiento 47 de Palma pidió la baja por el presunto acoso sexual sufrido por parte de un teniente. Lo denunció a su capitán, y el Juzgado Togado Militar Territorial de Mallorca, el número 33, ha abierto este mes de febrero diligencias previas, y la Comandancia General de las Balears ha cambiado al teniente de destino.
El último caso conocido este mismo martes afecta a una alférez cadete de cuarto año de la academia general militar (AGM) de Zaragoza que el pasado 13 de febrero denunció un incidente ocurrido el día anterior con un cadete subordinado de primer año.
La alférez denunció el hecho tanto en la comisaría de la Policía Nacional de Zaragoza como ante el director del AGM. El cadete denunciado fue arrestado 48 horas y a ella se le ofreció, igual que a las otras denunciantes, el apoyo del UPA
En este caso, también se ha informado del hecho a la JEME y la titular del Juzgado Togado Militar Territorial número 32 de Zaragoza ha acordado la incoación de diligencias previas en averiguación de los hechos.