Tras ignorar el ultimátum del Consorcio de la Zona Franca, los antiguos legionarios de la Hermandad de Antiguos Caballeros que ocupan los cuarteles de Sant Andreu desde el 2013 tendrán que ser desalojados. Así lo ha comunicado este viernes el Ayuntamiento de Barcelona, miembro del consorcio, después de que se haya agotado el plazo que le dieron a la asociación de legionarios para abandonar las instalaciones. El consorcio se ha visto obligado a activar un requerimiento judicial para desalojarlos "al no abandonar los antiguos Cuarteles de Sant Andreu y haber rechazado una indemnización de 12.600 euros con el fin de marcharse, cosa que impide que el Distrito de Sant Andreu pueda continuar con la transformación del espacio", indica la nota del Ayuntamiento. Los espacios-- un terreno y un cuartel que ya ocupaban-- fueron cedidos a las hermandades de Sargentos Provisionales, Caballeros Mutilados y Antiguos Caballeros Legionarios en el 2013, con la condición que "esta cesión podría ser revocada en cualquier momento". Casi diez años después y a pesar del malestar vecinal por la presencia de los militares en el barrio, el consorcio todavía no ha conseguido que abandonen el local de Sant Andreu.
Legionarios en Sant Andreu
El camino para recuperar el local de los antiguos cuarteles de Sant Andreu no ha estado nada fácil. La parcela (de unos 5.000 metros cuadrados) y el local, servía a los antiguos soldados para hacer actividades de tipo militar, como instrucción o desfiles, entre otros, un hecho, que, unido a la siniestra memoria del cuerpo que representan y la ideología españolista de sus miembros, produjo un inmediato rechazo vecinal, que durante todos estos años ha pedido que se marcharan del barrio. En este sentido, la Asamblea Antifascista de Sant Andreu de Palomar elaboró un manifiesto firmado por más de 80 entidades, en las que se pedía que ningún espacio municipal se pudiera dedicar a la exaltación del militarismo y del fascismo. También el Ayuntamiento de Barcelona había pedido en reiteradas ocasiones que se revocara la cesión del espacio. Ahora, la planificación de construcción de nuevos equipamientos para los vecinos ha sido el hecho determinante que ha comportado su marcha definitiva. Después de la pandemia, explica el Ayuntamiento, "se reanudaron las negociaciones" con los exlegionarios, "fruto de las cuales las hermandades aceptaron la indemnización y abandonaron el espacio. Más adelante, el Ayuntamiento instó a la Junta para iniciar trámite judicial a que permitiera la desocupación definitiva del local por parte de la última entidad. El 21 de enero el CZF envió un burofax a la hermandad para informarlos que tenían quince días hábiles para abandonar los terrenos y el local y aceptar la indemnización, propuesta que han rechazado".
Vivienda, escuela y espacio joven
Tal como ha afirmado el Ayuntamiento de la nota, la desocupación de este espacio "permitirá avanzar en la transformación de Casernes". En la parcela de 5.000 metros cuadrados se construirá vivienda privada de la mano de Adif y el consorcio. Por otra parte, el Ayuntamiento tiene previsto invertir 50 millones de euros para construir "tres promociones de vivienda pública de alquiler, un jardín de infancia municipal y el Espacio Joven Jaume Ollero, además de las urbanizaciones del Parque Antoni Santiburcio y la Rambla Marta Mata", concluyen.