El preacuerdo al que llegaron ERC y la CUP se empieza a tambalear. Si ayer uno de los grupos que forman parte de la candidatura anticapitalista, Lucha Internacionalista, ya rechazó el pacto con los republicanos, hoy miércoles también se ha desmarcado uno de los partidos más importantes de la izquierda independentista: Endavant.
Desde la formación de la cual forma parte la histórica dirigente cupaire Anna Gabriel se valoran positivamente el trabajo del equipo negociador de partido por haber "forzado" a ERC a hablar de temas como la banca y la eléctrica pública, la prohibición de las balas de foam y la eliminación de la educación concertada y privada, entre otros.
Pero no es suficiente. Según ha podido saber ElNacional.cat, la organización considera que "no hay elementos suficientes para votar a favor de este acuerdo". Así pues, los militantes de Endavant están llamados a rechazar el acuerdo con los republicanos en una votación que se celebrará este miércoles telemáticamente.
La organización socialista no ve en los acuerdos "ni concreciones ni compromisos firmes". "No nos fiamos de que esto vaya en la dirección que nosotros consideramos, que es incrementar el conflicto y visualizar que el Estado es un impedimento para hacer políticas transformadoras", aclaran.
Ningún apoyo a la mesa de diálogo
Endavant también critica la mesa de diálogo, a la cual aseguran que no pueden dar "el más mínimo apoyo". Tampoco quieren ligarse en ningún compromiso de evitar las críticas hacia los republicanos: "El papel de la CUP tiene que ser clarificar la estrategia propia hacia la autodeterminación y trabajar para ejercerla, no someterse a mesas de diálogo y estructuras puramente declarativas".
Con respecto a la moción de confianza que Aragonès prometió a los anticapitalistas a cambio de su aval, Endavant tampoco lo ve bien. "No una legislatura en dos tiempos, vemos una legislatura de conflicto y clarificación estratégica para una posible ruptura con el Estado", reivindican.
Poble Lliure
Por otra parte, Poble Lliure no votará en contra del acuerdo, según ha podido saber este diario, pero lo considera "mejorable". Algunos de los elementos que la organización interna de la CUP querría modificar es introducir el Consell per la República al acuerdo o no dar tanto margen a la mesa de diálogo. Y alertan de que trabajarán para poder incluir sus propuestas al acuerdo "como sea".
Así pues, ya son dos las formaciones internas de la CUP que rechazan el preacuerdo con ERC, que se basa en hacer un nuevo referéndum esta legislatura, revisar la mesa de diálogo en el 2023 y someter a Aragonès a una moción de confianza a media legislatura. En el comunicado emitido ayer por Lluita Internacionalista, la organización alertaba de la "podemización" de los anticapitalistas, en referencia a los pactos entre el partido de Pablo Iglesias y el PSOE. Y aunque Poble Lliure no votará en contra, sí que lo ha criticado.
Acuerdo e investidura
Ahora bien, cabe la posibilidad de que aunque el acuerdo sea rechazado, los anticapitalistas faciliten la investidura del republicano. La tercera pregunta que responderán los militantes de la CUP va en esta dirección: "En caso de que salga una mayoría contraria al acuerdo en la primera votación, ¿crees que la CUP tiene que facilitar igualmente la investidura de ERC?".