El Govern asegura que intenta aislarse de las negociaciones para la investidura del vicepresident i candidato de ERC, Pere Aragonès, pero la ruptura de las conversaciones entre ERC y Junts para buscar un acuerdo de legislatura y las incertidumbres que esto ha proyectado, ha incrementado la presión para que el ejecutivo se pronuncie al respecto cuando han pasado ya 85 días desde las elecciones del 14-F.
La consellera de Presidencia, Meritxell Budó, ha convertido la rueda de prensa de este martes posterior a la reunión del Consell Executiu en un partido de tenis en que se ha dedicado a sacarse del encima las preguntas de los periodistas apelando a la voluntad del Govern de aislarse de las negociaciones y otorgar la confianza a los equipos negociadores a la vez que insistía en la necesidad de discreción.
"Hay tiempo"
No obstante, la consellera y diputada de Junts, ha asegurado que "si hay voluntad de llegar a un acuerdo, hay tiempo para hacerlo posible".
Budó ha evitado concretar a que tipo de acuerdo se refería después que Junts ha advertido que no cederá sus votos gratis a ERC y el PSC ha reiterado que no facilitará la investidura de Aragonès con una abstención.
Budó ha asegurado que el vicepresidente del ejecutivo y candidato de los republicanos a la presidencia no ha puesto este tema sobre la mesa de la reunión del Govern, y que durante la reunión no se habla de las negociaciones.
"Conjurados para seguir"
La portavoz ha recordado que el actual ejecutivo está en funciones y continuará así hasta que haya un nuevo gobierno. "Con las limitaciones de ser un gobierno en funciones, pero un gobierno con toda su determinación de gestionar el país hasta el último día y hasta que llegue un nuevo gobierno. Nos hemos conjurado en seguir al frente", ha remachado.
Budó ha esquivado cualquier crítica sobre las dificultades que la situación de interinato provoca en el gobierno, y ha recordado que la responsabilidad de este interinato es responsabilidad de la decisión de los tribunal de inhabilitar Quim Torra.