El Govern y el Ayuntamiento de Barcelona han llegado a un acuerdo sobre el referéndum del 1 de octubre, a fin de que se pueda votar en la capital catalana. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado que se ha encontrado una fórmula según la cual el 1-O se podrá votar en Barcelona "sin poner en riesgo" ni la institución del Ayuntamiento ni los "servidores públicos".
El president Carles Puigdemont se ha felicitado por el pacto, y ha insistido en que "es un buen acuerdo". "El compromiso de la alcaldesa ha sido inequívoco", ha apuntado.
También lo ha valorado positivamente el presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez.
El acuerdo se ha producido aunque el secretario del Ayuntamiento, que es un funcionario estatal, había apuntado en un informe que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau debía acatar la providencia del Tribunal Constitucional y no podía colaborar en el referéndum del 1-O cediendo colegios electorales porque, de otra forma, puede tener consecuencias "penales".
En su informe de 15 páginas, el secretario general del consistorio se oponía así al hecho de que el Ayuntamiento pueda acceder a las peticiones de la Generalitat de ceder locales para la celebración del referéndum independentista.