El Gobierno confía en que el acuerdo definitivo Junts-PSOE para delegar a la Generalitat las competencias en inmigración facilite las negociaciones para aprobar unos nuevos presupuestos generales del Estado. Hay más optimismo dentro de la sala de máquinas de la Moncloa, admiten fuentes pertenecientes al Consejo de Ministros, ahora que los socialistas han cerrado con los independentistas la carpeta pendiente de cumplimiento que arrastraban desde hace más de un año. "La complejidad parlamentaria no ha cambiado y a pesar de todo se ha demostrado que es posible llegar a acuerdos", ha manifestado la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, cuando este martes se le ha preguntado en rueda de prensa sobre el nuevo acuerdo con Junts per Catalunya y la presentación de unas nuevas cuentas generales.

 

Ante los micrófonos no ha querido trasladar el mismo grado de optimismo que se respira en estos momentos dentro del palacio de la Moncloa. "Porque nunca se sabe", señalan a este periódico fuentes del ejecutivo. Pero la también ministra de Educación ha reiterado ante los periodistas la voluntad de Pedro Sánchez y María Jesús Montero de presentar unos nuevos presupuestos. "Somos perfectamente conscientes de que tendremos que negociar con todas las fuerzas, y en la pasada legislatura pudimos aprobar tres presupuestos en tiempo y forma", ha destacado durante su comparecencia. Y ha sentenciado que en esta misma sala donde se realizan las ruedas de prensa "se han hecho preguntas sobre votaciones que parecían imposibles y gracias a la capacidad de acuerdo se han acabado aprobando".

Quien sí le ha recetado calma al Gobierno ha sido Carles Puigdemont en la rueda de prensa que ha ofrecido Junts per Catalunya para valorar el acuerdo con el PSOE. Sí que ha reconocido que la desconfianza con los socialistas ha disminuido porque "cumplir lo que se ha pactado contribuye a reforzar una confianza que todavía no está recuperada del todo". Ahora bien, ha afirmado que "es muy atrevido" aventurarse ya a hablar de los presupuestos. "Hay otras carpetas que están en números rojos", ha recordado el president de la Generalitat en el exilio. Una de estas carpetas es la oficialidad del catalán en la Unión Europea.

¿Y el resto de socios de investidura?

El PSOE no solo depende de Junts per Catalunya, sino del resto de socios que hace algo más de un año invistieron a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Ahora, fuentes de la sala de máquinas de la Moncloa trasladan que, de cara a los presupuestos, están más preocupados por Esquerra Republicana que por Junts per Catalunya. Consideran que Oriol Junqueras querrá marcar perfil ahora que se ha ratificado como líder del partido, y también marcar distancia con los socialistas tanto en Barcelona como en Madrid. De hecho, fuentes de la máxima capitanía de ERC trasladaban la semana pasada a ElNacional.cat que no tienen ninguna intención de aprobar ninguno de los dos presupuestos, ni los de Salvador Illa ni los de Pedro Sánchez.

Las amenazas de Podemos

El incremento en el optimismo de la Moncloa se basa en este nuevo acuerdo con Junts, pero todo podría descarrilar si Podemos cumple su amenaza y tumba la proposición de ley que se ha registrado este martes en el Congreso de los Diputados. Tanto Ione Belarra como Pablo Iglesias han asegurado en Twitter (X) que su partido no votará a favor de una ley que el PSOE ha pactado con un "partido antiinmigración" para "encarcelar y maltratar" a inmigrantes. Sus votos son aritméticamente imprescindibles para aprobar la norma.

Por ello, en esta rueda de prensa en el palacio de la Moncloa, la ministra de Inclusión, Elma Saiz, ha pedido a Podemos que antes de fijar una postura definitiva se lea el preámbulo de la ley y opte por negociar enmiendas. "Estoy convencida de que tendrán la ocasión de hacer sus aportaciones", ha dicho. De hecho, la exigencia de los morados es que se apruebe la Iniciativa Legislativa Popular sobre la regulación de inmigrantes.