Después de una mañana de declaraciones en la Audiencia Nacional, ya tenemos las acusaciones de la fiscalía contra los siete miembros de los CDR detenidos: tenencia de explosivos, conspiración para el delito de estragos e integración en grupo u organización criminal de naturaleza terrorista. Así lo ha confirmado el ministerio público en una nota este jueves por la tarde, tras pedir para ellos prisión incondicional. Por el camino, el fiscal Miguel Ángel Carballo se olvida del delito de rebelión, que sí que aparecía en la nota de la fiscalía del lunes pasado.
Concretamente, Carballo sostiene que la "finalidad" era "subvertir el orden constitucional y alterar gravemente la paz pública". En este sentido, desde la fiscalía sostienen que "la gravedad de las penas que estos delitos conllevan, el riesgo de que pudieran materializar las conductas que se planeaban y de destrucción de pruebas han determinado la solicitud de la medida cautelar", que al final ha sido la prisión cautelar sin fianza para los siete detenidos. Ahora el juez Manuel García-Castellón tendrá que decidir.
Los siete acusados, que han declarado este jueves, han llegado hacia las siete de la mañana a la Audiencia Nacional en un vehículo de la Guardia Civil, provenientes de la comandancia del cuerpo armado en Tres Cantos (Madrid), donde han pasado las últimas tres noches. Fueron detenidos el lunes en el marco de una operación ordenada por la Audiencia Nacional. En los registros la Guardia Civil encontró substancias que consideran "precursoras" de explosivos. La Fiscalía les acusa de formar parte de un "grupo terrorista de índole secesionista catalán". Desde el lunes han estado en la comandancia de Tres Cantos, a la espera de pasar a disposición judicial, pero aplicarles la ley antiterrorista.