El juicio contra el abogado Gonzalo Boye continúa pase lo que pase. Luis Enrique García Arango, uno de los acusados en el caso contra el abogado y otras 49 personas más, se ha desplomado durante el juicio en la Audiencia Nacional, este miércoles por la mañana. El tribunal, sin embargo, ha acordado continuar la vista sin él, hecho que podría vulnerar su derecho de defensa. García Arango, considerado por la Fiscalía como una de las personas de máxima confianza de José Prado Bugallo, conocido por Sito Miñanco, había sufrido un ictus recientemente, y la semana pasada, al iniciarse el juicio, el forense del juzgado indicó que podía seguirlo con normalidad. En la sexta sesión, se ha evidenciado que no.
El presidente del tribunal de la Audiencia Nacional, el magistrado Alfonso Guevara, ha hecho llamar a una ambulancia y ha informado los presentes que los sanitarios no tienen su historial médico "porque no tiene tarjeta sanitaria". Su abogado ha admitido que tiene problemas con la documentación, y García Arango ha sido derivado al forense de los tribunales. "Tiene las constantes normales. Seguimos", ha afirmado el magistrado Guevara, que al mismo tiempo ha reclamado que se llame a la familia para que "lo vengan a recoger". De momento, pero, García Arango, de avanzada edad, lo han devuelto a la sala de vistas en una silla de ruedas y con una manta. Al final, su abogado ha pedido poder ausentarse del juicio y acompañarlo a casa. Los fiscales no se han inmutado sobre la posible vulneración de derechos del acusado ausente.
Ninguna pregunta sobre Boye
En la sesión de este miércoles, la fiscal sigue interrogando agentes policiales sobre la supuesta trama de narcotráfico liderada por Miñanco. Ninguna pregunta sobre el abogado del president en el exilio, Carles Puigdemont. La Fiscalía acusa a Gonzalo Boye de haber ayudado al grupo a blanquear unos 900.000 euros que encontraron a un procesado y su familia en el aeropuerto de Barajas, en el 2017. Le pide 9 años y 9 meses de prisión por blanqueo de capitales. El penalista sostiene que solo hizo un asesoramiento legal. Nada más.
En la vista de martes, un responsable de la policia española explicó que, en una de las vigilancias, vieron como Boye entraba en un VIPS de Madrid para reunirse con la hija Miñanco y otros acusados, el 28 de junio de 2017. El abogado de Boye le preguntó si entraron en el interior de la cafetería para confirmarlo y ver su relación. La respuesta fue negativa, y, por lo tanto, desmonta este indicio acusatorio. Con todo, todavía tienen que declarar los policías que actuaron a Barajas y sobre la documentación aportada al juzgado contencioso para confirmar el origen del dinero. Boye ha aportado una pericial y otras pruebas que desmonta esta reunión y las acusaciones.