La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha cruzado esta mañana poco antes de las nueve y media la plaza Sant Jaume de Barcelona para mantener la primera reunión de trabajo con el president Carles Puidemont. Han sido dos horas de conversación, preparadas a fondo previamente y con temas concretos, que Colau ha valorado de manera muy positiva y con un compromiso político muy directo: “Barcelona, como capital, nunca fallará a Catalunya. Y en todos los debates constituyentes estaremos. Trabajaremos para que el referéndum se pueda hacer”.
A la alcaldesa no se le escapa la contundencia que pueden adquirir sus palabras en Madrid, donde se ha convertido en una de las piezas clave de la estrategia de Podemos. Tampoco se le escapa al president, que le ha ofrecido construir un “frente común” para plantear las reivindicaciones sobre infraestructuras ante el Ejecutivo español. Han hablado de carpetas pendientes, como la inversión en Rodalies, las obras de la estación de La Sagrera o la B-23.
Colau ha aceptado el compromiso en esta estrategia conjunta que, en unas semanas, podría multiplicar su peso, en caso de que finalmente Podemos se incorporara a un gobierno presidido por Pedro Sánchez.
Metro, tranvía, deuda...
Se han abordado cuestiones clave para el Ayuntamiento y se han cerrado acuerdos que Colau ha expuesto muy safisfecha: el Metro en la zona Franca, que el Ayuntamiento se ha comprometido a hacerse corresponsable del 50 por ciento de las obras; la conexión de los dos tramos del tranvía, el Trambesòs y el Trambaix; o la deuda de la Generalitat con el Ayuntamiento donde las dos partes están acordando una cantidad que ronda los 100 millones –99, según la Generalitat y 109, según el Ayuntamiento–.
Sin embargo, más allá de estos pactos, Puigdemont ha querido sondear cuál será el papel de Colau en el debate político que enfrenta los gobiernos catalán y español. La alcaldesa, al igual que hizo la semana pasada el líder de CSQP, Lluís Rabell, ha insistido durante la conversación en la apuesta por el referéndum y las posibilidades que prospere, pero ha garantizado también la presencia en los debates constituyentes que se abrirán a partir de ahora.
Aparte de la implicación de CSQP en la comisión de estudio del Procés Constituent, que se ha convertido en un elemento clave, no sólo para el impulso del debate, sino también para defender la legalidad de la iniciativa ante el Tribunal Constitucional, con su compromiso de hoy la alcaldesa ha implicado al Ayuntamiento barcelonés en el debate social para la elaboración de la nueva Constitución que impulsarán las entidades soberanistas. “Hemos manifestado nuestra voluntad de corresponsabilizarnos”, ha asegurado en la rueda de prensa posterior.
Referéndum
Por lo que respecta al referéndum, Colau ha insistido en defender esta vía que tiene que hacer posible que “se exprese el 80 por ciento de los catalanes que lo quieren hacer”. Pensamos que hay alianzas para hacer posible este referéndum y el derecho a decidir. Tenemos puntos en común”, ha asegurado. A pesar de todo, ha evitado hablar de “líneas rojas” ni de la situación en la que se encuentran las conversaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Lo que sí ha hecho es cargar con contundencia contra la estrategia del gobierno del PP de judicializar el debate político catalán. “Los gestos autoritarios y de intentar judicializar el debate, no sólo no ayudan, sino que complican la situación. Pediría a otras fuerzas que generen una dinámica de cambio que permita superar esta fase de diálogo de sordos”, ha reclamado al ser interrogada sobre la decisión del Consejo de Ministros de enviar al TC la creación de la Conselleria de Exteriores.
Pasada la una y media, después de las dos horas de reunión y una larga comparecencia ante la prensa, Colau ha vuelto a atravesar la plaza Sant Jaume con el convencimiento, por parte de unos y otros, que se abren nuevas vías de diálogo.
Acuerdos de la reunión: - Acuerdo político para "impulsar" el metro en la Zona Franca. La alcaldesa se ha mostrado dispuesta a responsabilizarse del 50% y han acordado que negociará este tema con el vicepresident Oriol Junqueras. - Conexión de las dos líneas de tranvía, Trambaix y Trambesòs. De la financiación se encargará el Ayuntamiento y el trazado se decidirá en función de los estudios que se están elaborando. - Acercamiento en cifrar la deuda de la Generalitat con el Ayuntamiento. El consistorio habla de 109 millones y la Generalitat de 99. - Tanto Colau como la consellera Neus Munté han asegurado que la reunión ha servido para acordar un "frente común" ante el Gobierno español para negociar las inversiones pendientes en infraestructuras. - Nombramiento de un comisionado para el proyecto T-Movilidad.