El Ayuntamiento de Barcelona, presidido por Ada Colau, ha decidido controlar el aforo a la playas de la ciudad a través dels videosensores y las cámaras situadas en la Torre Mapfre, a partir del próximo lunes 8 de junio, en el caso de que la ciudad pase a la fase 2. Actualizará esta información en tiempo real en una página web para que los usuarios puedan consultarlo.

El objetivo es que no haya aglomeraciones y que los usuarios puedan estar informados para planificar a qué playa quieren acudir. Según ha apuntado el consistorio, no se recorrerá a cuadriculados para que las personas mantengan las distancias sanitarias por la Covid-19.

El concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia, ha explicado la regulación de las playas que prevé el ayuntamiento a partir de la entrada en la fase 2 de desconfinamiento, cuándo está permitido bañarse y quedarse en la playa manteniendo las distancias, lo que, en principio, el consistorio dejará en manos de los ciudadanos. Bahía ha asegurado que, en ningún caso, las cámaras y videosensores identificarán a personas concretas, y ha detallado que habrá hasta 22 informadores y Guardia Urbana que vigilarán que se cumpla la distancia mínima obligatoria de cuatro metros entre personas o grupos.

Para evitar aglomeraciones, el consistorio delimitará las playas de Ciutat Vella con más afluencia (Sant Miquel, San Sebastián, Barceloneta i Somorrostro) con vallas de madera y cuerdas, y establecerá 15 puntos de acceso, en los que habrá informadores y Guardia Urbana. En la página web se informará a través de "semáforos virtuales", de verde a rojo en función de la afluencia en cada momento: el verde corresponderá a un aforo inferior al 40%, amarillo de hasta el 60%, naranja de hasta el 80% y rojo más del 80%.

Badia ha apelado a la "corresponsabilidad" de los usuarios para evitar aglomeraciones, y ha dicho que si es necesario se delimitarán también las playas de distrito de Sant Martí (Nova Icària, Bogatell, Mar Bella, Nova Mar Bella, Llevant y baños del Fòrum) para controlar el aforo.

El consistorio calcula que, si se tienen en cuenta las recomendaciones, las playas de Barcelona tienen una capacidad de entre 25.000 y 38.000 personas, en función de sí la mayoría de los usuarios van de manera individual o en grupo.

Badia ha indicado que esta cifra no es muy diferente de los picos que se alcanzan habitualmente a finales de julio, cuando suelen haber unas 40.000 personas en las playas de la ciudad, y ha asegurado que "no se perderá mucha capacidad".