"A la querida ciudad de Barcelona y a todos los que luchan para desactivar la comisaría de Via Laietana que fue un centro de la dictadura franquista, hace falta que esta comisaría sea un centro de la memoria para que aquello no vuelva a pasar. La memoria no es para quedarse en el pasado, sino que nos ilumina el presente. No hay pueblo sin memoria." Es el mensaje del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que se ha transmitido este martes por la tarde delante la Jefatura de la policía española, en una nueva concentración, encabezada por la Comisión de Defensa, para exigir que este edificio, calificado de la casa de los horrores, sea resignificado en un centro de interpretación de la represión y la tortura.
La campaña para reconvertir la comisaría de Via Laietana en un espacio de memoria se reactivó hace dos años a escala internacional. Un total de 176 entidades de una veintena de países se han sumado al reclamo para reconvertir la comisaría, en una acción impulsada por una decena de entidades, como Irídia, la Comisión de la Dignidad y Òmnium Cultural, que pusieron en marcha la campaña: Via Laietana 43. Hacemos Justicia, hacemos memoria, el 20 de noviembre de 2022, coincidiendo con los 47 años de la muerte del dictador, Francisco Franco.
"Hasta la victoria"
"Es necesario que se haga memoria y también para recuperar la fuerza y la energía de aquellos que lucharon por la libertad durante el régimen franquista", afirma Pérez Esquivel en su mensaje desde Buenos Aires, que concluye diciendo: "Y como decimos en esta America Llatina: ¡Hasta la victoria siempre!
La comisión de Defensa convoca cada primer y tercer martes de cada mes una concentración reivindicativa ante la Jefatura de Via Laietana, donde intervienen activistas torturados y se hace una interpretación musical. En la clausura del acto siempre se leen los nombres de los policías torturadores. Este martes por la tarde, se ha leído el testimonio de Victòria Pujolar, la voz catalana de la Pirenaica, leída por la actriz Araceli Bruch, y de Maria Rosa Borràs y Hèlios Babiano, leído por la actriz Pepa Arenós.
Pendiente desde el 2017
Tanto el Ayuntamiento de Barcelona como la Generalitat defienden este cambio, que está pendiente que finalmente lo valide el Gobierno en el marco de la nueva ley de memoria democrática. Con todo, el Congreso de los Diputados ya lo aprobó en el 2017, a través de una propuesta de ERC. En este sentido, la consellera de Justicia, Gemma Ubasart, ha asegurado en varias ocasiones que han mantenido contactos con el gobierno del PSOE y que confía en alcanzar esta cesión del edificio y su reconversión en un espacio de memoria.