Todas las entidades, empresas y personas afectadas por los impagos atribuidos al organizador de la fiesta independentista 'Somos 1 de octubre', 22 en total, se han organizado en una plataforma de afectados y reclaman a Jordi Mateu una deuda "aproximada, no definitiva" de unos 65.000 euros. Se trata de una suma agregada de lo que tendría que pagar y todavía no lo ha hecho a los músicos, técnicos, comisarios de exposiciones y colaboradores de todo tipo que participaron en los actos. Según ha explicado a El Nacional el portavoz de la plataforma, Carles B. Gorbas, una vez ha pasado el plazo para efectuar los pagos que se había estipulado en los contratos, que era de un mes, ahora estudian con un equipo legal de qué manera demandar a Mateu, a quien el resto de participantes en la jornada responsabilizan de manera exclusiva.

Los afectados se reunieron recientemente e invitaron al organizador para "entre todos juntos, contrastar posturas y opiniones y encontrar un punto de consenso y entendida". También asistieron a los alcaldes de Arenys de Mar, Arenys de Munt y Canet de Mar, localidades donde se celebró la fiesta, y representantes de la ANC y la entidad Som 1 d'octubre. Mateu, invitado, no asistió.

En la reunión, que acabó con el "consenso" y "entiente" entre las partes que asistieron, afirman este jueves en un comunicado conjunto, se constató que los ayuntamientos no fueron en ningún caso coorganizadores del acontecimiento y, por lo tanto, no son corresponsables de la deuda generada. En este sentido, su colaboración, explican, se limitó a ceder gratuitamente algunos espacios públicos para albergar la fiesta. El resto de colaboradores y voluntarios de la entidad Som 1 d'octubre, que participaron en organizar la jornada además de Jordi Mateu, se desvincularon de los hechos y afirmaron sentirse "estafados", apuntan fuentes presentes en la reunión.

Por su parte, desde la ANC se desvinculan totalmente y afirman que nunca se habían comprometido en la venta de camisetas. En declaraciones a El Nacional, Jordi Mateu defendió que él no era el único organizador y, a su vez, descartó ninguna estafa, solo un "cúmulo de despropósitos": "No hay estafa porque no ha habido dinero. La fiesta no tenía ni una sola cosa que se cobrara", dijo, solo admitió un "agujero económico" porque se esperaba que la ANC cediera 5.000 camisetas a la organización y finalmente no fue así. La plataforma de afectados insiste en desmentir que se haga a la ANC "corresponsable de la deuda".

En suma, solo quedaría Mateu como a supuesto responsable a quien el resto responsabiliza de los hechos. El portavoz de la plataforma de afectados, comisario de una exposición fotográfica que reclama miles de euros por el trabajo, afirma que la entidad Som 1 d'octubre no está registrada legalmente, que tendría un NIF falso y una dirección que no existe y que la dirección de esta sería Mateu y su entorno.

"La reunión acabó con el acuerdo y compromiso de crear una comisión permanente y de seguimiento, formada por representantes de todas las partes implicadas, que estudie y busque soluciones y alternativas con el fin de paliar la deuda total que se contrajo por la participación del acontecimiento. Sin embargo, se pidió en el resto de entidades que se sumen a esta comisión de seguimiento como participantes activos en la preparación y desarrollo de la jornada. Este acuerdo, pues, lo valoramos como una buena predisposición por todas las partes y de una colaboración fructífera y provechosa para solucionar un conflicto de una participación en unos actos llenos de ilusión y complicidad y que, desgraciadamente, acabó de forma negativa", finalizan el comunicado los afectados.

Los colaboradores y profesionales que participaron en el acto 'Som 1 d'octubre' el pasado 28 de octubre, a los actos de Arenys de Mar, Arenys de Munt y Canet, denunciaron en un primer momento al organizador porque "nadie ha cobrado un duro por el trabajo y el organizador ha desaparecido". Jordi Mateu, por su parte, rechazó estar en paradero desconocido y afirmó que se había tomado unos días de descanso por prescripción médica. El organizador dijo sentirse "escandalizado y muy enfadado" y aseveró que era una "cabeza de turco".