Empresarios y agentes socioeconómicos de la ciudad de Tarragona han reclamado al Ayuntamiento que las negociaciones entre formaciones para lograr la aprobación inicial del nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) sea real y se trabaje para encauzar “una mayoría de consenso y no de imposición” por el bien de la capital y su desarrollo futuro.
Han valorado así las afirmaciones del concejal de Urbanismo y Patrimonio del consistorio, Nacho García, que en una entrevista en Ràdio Ciutat de Tarragona confirmó esta semana su voluntad de trabajar para una mayoría de consenso, apeló a la “generosidad” de los partidos y anticipó después con quien prevé pactar, descartando por completo los planteamientos de varias formaciones.
En la misma entrevista, García explicó que han iniciado la ronda de conversaciones con los partidos y que Junts y Comuns serán los socios preferentes, mientras que a ERC les advirtió de que en su voto tengan en cuenta que una “parte no pequeña” del POUM planteado es fruto del trabajo de los republicanos cuando gobernaban en la capital.
El concejal descartó al PP porque su modelo no es el de los socialistas y duda de que cambien su posición y apuntó que con los concejales de VOX no abren negociación alguna. En este sentido, García vaticinó que las cuestiones por las que deberá “picar piedra” serán los crecimientos por la Horta Gran con los Comuns; Mas d’en Sorder como punto conflictivo con ERC, mientras que con Junts habrá que ajustar los crecimientos previstos hacia la zona de Llevant.
Ante este escenario de negociaciones, fuentes consultadas han lamentado que el POUM distará mucho de ser el planteamiento de consenso que tanto entidades como el tejido empresarial han reclamado al Ayuntamiento. El POUM de 2013 se aprobó sin ningún voto en contra. “Un plan que nazca solo con 14 votos distará mucho a ser el plan de consenso que supuestamente predican, será de mínimos o ni eso”, han reflexionado.
Sobre el calendario previsto, el concejal de Urbanismo auguró que la aprobación inicial podrá realizarse este primer semestre, a la espera de conocer el detalle de los informes de viabilidad económica y de inundabilidad en elaboración. Además, insistió en que el POUM se sacara adelante con o sin el acuerdo para las compensaciones económicas que debería percibir la antigua CLH para el traslado de sus instalaciones.
En los últimos meses, varias voces han manifestado que este POUM debe ser un auténtico plan de futuro para la ciudad. La Cámara de Comercio de Tarragona reclamó al Ayuntamiento que lidera Ruben Viñuales que rehúya los cortoplacismos.
“Tiene una gran oportunidad, más allá de anuncios y presentaciones, de conseguir que la colaboración público-privada sea un hecho y que los sectores económicos vean que los interrogantes o dudas que han expresado sobre el proyecto son escuchados o, al menos, tomados en consideración”. Por ello, la Cámara defendió que la propuesta del POUM esté bien dimensionada y sea económicamente viable, para que tanto los grandes proyectos económicos como la planificación en vivienda no queden en papel mojado.