Una veintena de encapuchados ha irrumpido en la playa de Canet de Mar para sacar unas cruces amarillas que formaban parte de una acción a favor de los presos políticos y los exiliados, y han causado 5 heridos, entre ellos un concejal de la CUP.
El concejal es Marc Giménez, que en declaraciones a TV3 ha explicado qué ha pasado: "Nos han agredido mientras intentábamos impedir que se llevaran las cruces". Giménez ha explicado que lo han echado al suelo y mientras un hombre le ponía una cruz en el cuello para que no pudiera moverse, otros cinco le propinaban golpes y puntapiés. Entre las otras personas heridas hay una mujer a quien han dado golpes de cruz en la cabeza y un hombre de 82 años con una herida en el cuello. El concejal de la CUP ha subrayado que entre los agresores se hallan militantes de Cs y de la Falange de la comarca.
Ciudadanos ha negado que entre los participantes en los incidentes haya "concejales o militantes" del partido de Albert Rivera.
Los unionistas han llegado a la playa con la cara tapada y equipados con banderas de Tabàrnia y esteladas, para despistar. Muchos de los que han arrancado las cruces amarillas son ya habituales de acciones de este estilo, tal y como prueba que el encargado de grabar las imágenes los llamara por su nombre.
Los que destrozan la acción por los presos dicen que "no ha muerto nadie", mientras que un grupo de soberanistas les contesta que "la democracia española sí ha muerto".
Un acción muy parecida se ha producido en Calella de Palafrugell cuando un hombre unionista se ha dedicado a tirar al suelo cruces amarillas que estaban colocadas en la playa del Port Bo. La escena ha provocado estupefacción entre los vecinos y visitantes de la población costera, que no entendían por qué el individuo actuaba de ese modo.
Un grupo de ciudadanos se ha enfrentado con el hombre, que ha empezado a increparlos. "¡Calla, gilipollas!", ha gritado con furia a una mujer que le decía que no estaba de acuerdo con su acción.