Ahora que se habla tanto de la Comunidad de Madrid por varios motivos, una de sus dirigentes históricas ha decidido reaparecer. Es la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre, que ha apostado por la fusión de la derecha y la extrema derecha. Según su opinión, los líderes estatales del PP y Vox, Pablo Casado y Santiago Abascal, "tienen que unirse" políticamente. Se da la circunstancia de que los dos han sido sus "discípulos" político. De hecho, el líder de extrema derecha fue colocado por Aguirre al frente de la Agencia de Protección de Datos madrileña, con un sueldo en torno a los 90.000 euros.
En un desayuno de Nueva Economia Fórum este jueves por la mañana, el exdirigente conservador ha sido preguntada por una posible unión de los dos líderes de la derecha españolista. Su respuesta, clara y concisa: "Por supuesto que Pablo y Santi tienen que unirse". Ha quitado hierro al hecho de que "uno haya llamado derechita cobarde al PP y el otro haya lanzado ataques personales que no son correctos". Ha destacado de los dos que "son personas con principios y valores que comparten millones de personas". Incluso más, son "patriotas que no van a racanear sacrificios en la unión de aquellos que no están de acuerdo en que cambien el sistema por la puerta de atrás".
Haciendo suyo el lenguaje de la extrema derecha, Esperanza Aguirre ha defendido que son la única "alternativa posible" al "gobierno socialcomunista". En este sentido, la expresidenta de la Comunidad de Madrid ha hecho un "llamamiento general en todos aquellos que quieren defender nuestra democracia liberal". Va más allá de la derecha, según Aguirre, "son también asociaciones cívicas, lo que Felipe González ha llamado huérfanos de la socialdemocracia y socialistas que no están de acuerdo con el sanchismo".
Como era previsible, la exdirigente conservadora ha hecho una gran defensa del gobierno Ayuso y su cuestionada gestión de la pandemia. "Lo está haciendo admirablemente bien", ha sostenido en esta línea. Por eso justamente está recibiendo "ataques", porque al Gobierno "no le gusta que seamos una ciudad y una comunidad abiertas". También ha defendido el "hospital de pandemias" Isabel Zandal. Ha hecho referencia a su experiencia personal: "Estoy muy acostumbrada a que la izquierda proteste cuando se estrena un hospital público. A ellos lo que les gusta es que haya pocos hospitales y listas de espera".