La dimisión de Esperanza Aguirre agrava la crisis interna del PP, y pone a Mariano Rajoy en una situación complicada para una hipotética investidura. El presidente en funciones ratificó el sábado en Murcia su voluntad de presentarse como candidato, si Sánchez fracasaba. Pero la dimisión de Aguirre ayer al frente del PP de Madrid da ejemplo a los ciudadanos de cómo rendir cuentas, frente a los casos de corrupción que acosan al partido. "No tengo una responsabilidad directa, pero sí política y la asumo", dijo.
Aguirre aseguró que ella no "tenía ninguna tarjeta", "ni contrato", ni implicación directa con ningún presunto delito. Rajoy tampoco, ni por Jaume Matas, Rita Barberá, o por Francisco Camps. Pero la madrileña se ha erigido responsable de nombrar al exgerente del PP, Francisco Granados, por quien la Guardia Civil ha registrado la sede del partido. Así, como "muy británica" que se definió, renuncia "por la gravedad de estas informaciones". Una acción ante la cual Rajoy habría respondido que "entendía".
Ahora, la investidura del presidente en funciones no sólo está acosada por los casos de corrupción y el precedente que Aguirre supone. También, por la pérdida los socios potenciales –como C's–. Sin embargo, los populares mantienen la imagen de unidad. La concejala madrileña acepta que Rajoy siga "su camino" para ser investido. Lo reiteraba también el domingo en Segovia María Dolores de Cospedal, para quien sería más "democrático" que gobernase el PP, que el PSOE con "radicales" e independentistas.
C's, limpieza
Rajoy manifestó viernes, tras la reunión con Sánchez, que no se sentía acorralado. Pero parece que la gran coalición liderada por él cada vez tiene menos posibilidades de prosperar. Albert Rivera ha afirmado que "alguien que no puede limpiar su propia casa", es decir, el partido, "no puede limpiar un país como España". Así, Rivera obliga a Rajoy a dar un paso al lado, para que un Gobierno entre PSOE, C's y PP pueda tener "confianza entre los españoles", y su propuesta de "Pacto Nacional contra la Corrupción", credibilidad.
PSOE, regeneración
El portavoz del grupo socialista en el Congreso, Antonio Hernando, también recordó el sábado en Ciudad Real que no había "una sola planta de la sede del PP" que no esté investigada por la corrupción ", insistiendo en que el tiempo de Rajoy ha pasado y le toca a Sánchez. El secretario general del PSOE expresó el viernes la necesidad de que el PP se regenere, pero desde "la oposición", ya que "es un partido importante". Fue en la misma cita, cuando Rajoy afirmó que no habría "impunidad para nadie".
Investidura, rápido
El viernes el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ordenó registrar la sede del PP. Investigaban los pagos de la trama Púnica que habrían servido para financiar ilegalmente el partido madrileño, y donde podría estar implicado el ex secretario general, Francisco Granados. Paralelamente, ha vuelto a la palestra estos días el caso Noós, que involucra a Iñaki Urdangarin, Cristina de Borbón y el expresidente del PP balear, Jaume Matas, por fraude, prevaricación, blanqueo y malversación de capitales en las Islas Baleares.
Lejos de actuar, la respuesta del PP se basa en apresurar al PSOE para que Patxi López convoque la investidura, como ha pedido dos veces el portavoz del partido, Rafael Hernando. Pero si la prisa se produce ante la posibilidad de un fracaso de Sánchez, éste podría no resultar efecto. La desintegración de la gran coalición –PP, PSOE, C's– dejaría a los naranjas fuera de lugar, y acercaría posiciones entre Podemos y PSOE, en vísperas de la nueva oferta que los morados preparan para socialistas.
"Luís, sé fuerte"
El caso Bárcenas tampoco está cerrado, después del "Luís, sé fuerte" que Rajoy habría dicho al extesorero del PP. Cospedal apunta como la persona que ordenó destruir los discos duros de los ordenadores donde se almacenaba la información sobre los presuntos pagos en negro de los populares. Finalmente, en la zona del levante, la trama Gürtel (2009) sigue abierta, tras siete años que estallase el escándalo. Francisco Camps es investigado por corrupción y tendrá un nuevo juicio a partir de octubre.
"Ni una" (fotografía)
La operación Taula investiga a 80 cargos del partido en la Comunidad Valenciana, a nivel autonómico, local y provincial, como la exalcaldesa, Rita Barberá, con quien Rajoy evitó la foto hace unos días en el Senado. Barberá es senadora y miembro de la diputación permanente, y no renunciará a su derecho de aforamiento. Eso, después de que el presidente del PP afirmara que "ya no dejaría pasar ni una", y que Aguirre lo pusiese entre las cuerdas, agravando la crisis del partido, y cuestionando el liderazgo de Rajoy.