Agustí Colomines ha abierto el pleno de constitución del Parlament como presidente de la Mesa de edad al ser el diputado elegido el 12 de mayo de más edad. Lo ha hecho saludando a las autoridades (no ha citado ni a la presidenta Carme Forcadell ni al presidente Roger Torrent, a quien después ha saludado la secretaria Mar Besses, de ERC) con un largo discurso en el que ha citado diferentes autores, lamentando que el país todavía está viviendo los efectos del artículo del 155 que aplicó el Gobierno contra el Govern del president Carles Puigdemont. Y ha hecho referencia a Pedro Sánchez sin citarlo, asegurando que ahora “hay políticos en Madrid que ahora notan los efectos de las cloacas, mientras aquí sabemos perfectamente que comporta el lawfare”.

Solo los diputados de Junts han aplaudido el discurso de Colomines, que iba de número 9 a las listas de Junts per Catalunya para el 12-M, y su contenido político no ha gustado nada a los diputados de la derecha, con Alejandro Fernández reprochándole que el único motivo por el cual había ocupado la presidencia era para ser el mayor de los 135 diputados del Parlament.

Contra el populismo y el autoritarismo

Asimismo, Colomines ha alertado contra el “populismo y el autoritarismo” considerando que son una amenaza para la democracia, ya que erosionan las instituciones del país. Ha sido entonces cuando ha lamentado que sea ahora que políticos en Madrid se levanten contra el lawafare y no cuando lo sufrían en Catalunya. También ha criticado el papel de los jueces y de las cloacas judiciales que “pretenden conseguir de manera espuria lo que no consiguieron en las urnas”. En este sentido, el presidente de la Mesa de edad ha asegurado que la democracia “nunca se defiende renunciando a ella”: “Los 'enemigos interiores' en España no son solo los independentistas. Todos los demócratas están amenazados”, ha reflexionado Colomines, haciendo referencia al concepto “enemigos interiores” del catedrático de historia moderna de la UAB, Antoni Simon.

En su discurso, Colomines ha hecho referencia a la ausencia de tres diputados en este primer pleno del Parlament, los tres en el exilio por la represión del Estado: el president Puigdemont, Lluís Puig y Ruben Wagensberg: “Tengo el deber de señalar una anomalía. Algunos diputados no están porque todavía tienen que vivir en el exilio. Esto es la consecuencia nefasta de haber sustituido el poder legislativo por el judicial”. “Juzgar a la Mesa de un Parlament porque permite un debate parlamentario y perseguir al presidente de un gobierno y sus consejeros por haber puesto unas urnas es, sencillamente, una aberración”, ha insistido Colomines. Para terminar su discurso y antes de anunciar su decisión de aceptar los votos de Puigdemont, Puig y Wagensberg, el diputado de Junts ha asegurado que la historia continúa en Catalunya porque “la contradicción principal no está resuelta y el fuego acabará por reavivarla”.