Aitor Esteban se convierte este fin de semana en el nuevo líder del PNV y deja atrás dos décadas en el Congreso de los Diputados. Hizo el salto en Madrid en las elecciones de marzo de 2004 y repitió ininterrumpidamente en las siguientes siete elecciones. En total, han sido ocho legislaturas, en las que ha coincidido con tres presidentes del Gobierno y con siete presidentes del Congreso. En 1.095 semanas en la Cámara Baja, ha hecho 817 intervenciones en el hemiciclo y ha pronunciado algunos de los discursos parlamentarios más elogiados. Ha protagonizado alianzas a derecha e izquierda y ha remado a favor de una solución dialogada para el independentismo catalán. Ahora deja atrás cuatro lustros en los que, como él mismo verbalizó, ha hecho “muchos amigos” y ha querido contribuir a “mejorar la vida de la gente”, a “solucionar problemas enquistados” y a “defender la agenda vasca”. Pero no deja la política: “No me voy de este negociado, me van a tener que seguir aguantando”, advirtió a Pedro Sánchez y a los ministros que lo escuchaban. Ahora vuelve a Euskadi para coger el relevo de Andoni Ortuzar al frente del PNV.

📝 La emotiva despedida de Aitor Esteban del Congreso de los Diputados: “Gora Euskadi Askatuta”

 

Desde el Congreso, Aitor Esteban ha sobresalido por su oratoria y su estilo. En el atril y en los despachos. “Has dado muchísima rabia durante muchísimo tiempo porque has sido muy bueno, me has inspirado muchísimo”, le confesó Gabriel Rufián desde la tribuna. Y Pedro Sánchez lo presentó como un ejemplo de “buen parlamentarismo” y de “negociador rocoso e implacable”. Atrás deja largas negociaciones para las investiduras, para los presupuestos y para las prórrogas del estado de alarma durante la pandemia. También deja rimas que forman parte de la historia contemporánea del Congreso, incertidumbres resueltas in extremis que han cambiado el rumbo de la política española y una larga batalla inacabada: la reforma de la ley de secretos oficiales.

El voto a favor de los presupuestos de Rajoy con el “convencimiento y conocimiento” de que se pondría fin al 155

Uno de los momentos que han marcado el devenir de España en los últimos tiempos y que ha tenido en el PNV uno de sus protagonistas capitales fue la última semana de mayo de 2018. Aitor Esteban pactó con Mariano Rajoy y con Pedro Sánchez en una semana de diferencia: de garantizar el futuro de la legislatura al PP a abrir las puertas de la Moncloa al PSOE. Él fue el encargado de poner voz a la decisión del PNV de apoyar los presupuestos del Gobierno del PP. Eran nueve meses después del 1-O, y pocos días más tarde de la investidura de Quim Torra como president de la Generalitat. Los jeltzales decidieron finalmente votar a favor de las cuentas por “responsabilidad” y en una decisión “meditada y debatida”. “Desde el convencimiento de que el levantamiento del 155 es inminente, días o poco más. Convencimiento y conocimiento les diría”, sostuvo Aitor Esteban en rueda de prensa. El PNV, que hacía un año había apoyado los presupuestos de 2017, se había negado en septiembre a negociar las cuentas sin buscar antes una vía para resolver el conflicto político y, en palabras de Esteban, se involucró en la “búsqueda de soluciones, de abrir caminos de diálogo” y en la “defensa del reconocimiento nacional del pueblo catalán y de poder expresarse libremente”.

 

En 155 se acabó levantando diez días más tarde, después de la toma de posesión de los consellers del Govern de Quim Torra (y con Pedro Sánchez en la Moncloa). Antes de esto, para defender su apoyo a las cuentas, Aitor Esteban defendió la necesidad de actuar con “serenidad” y “evitar el abismo”. “La ausencia de presupuestos puede provocar mayor desestabilización institucional y una crisis política que desataría alargaría sine die el 155”, advirtió el líder del PNV en Madrid, que anticipó que eso podría conducir a “excitar el nacionalismo español más rampante e ir a un choque de trenes”. Además, alegó que su voto a favor les permitía “mantener su capacidad de influencia política” para que “no se puedan traspasar determinadas líneas”. Y, con el sí del PNV, Mariano Rajoy cogió aire y encauzó la legislatura (al menos eso parecía en ese momento). Era el 23 de mayo.

El primer pacto con Sánchez: “Respondemos a lo que mayoritariamente demanda la ciudadanía vasca”

Sin embargo, menos de 24 horas después, se conoció la sentencia de la Audiencia Nacional del caso Gürtel en la que condenaba al Partido Popular como responsable a título lucrativo. Y todo cambió. El PNV apoyó la moción de censura de Pedro Sánchez y acabó abruptamente con el Gobierno de Rajoy. “Si tomamos una decisión, se nos va a acusar de encubridores de la corrupción. Si tomamos otra decisión, seremos irresponsables y provocadores de inestabilidad”, reconoció Aitor Esteban durante el debate en el hemiciclo, asumiendo que no era “fácil decidir”. Finalmente, los jeltzales, haciendo bandera de la “ética política” y la “responsabilidad” frente a una sentencia que suponía “un antes y un después ante la sociedad”, se decantaron por el sí: “Creemos que respondemos a lo que mayoritariamente demanda la ciudadanía vasca y al mejor ejercicio de la responsabilidad”. Aitor Esteban concluyó su discurso interpelado al futuro presidente del Gobierno: “Confío en que el diálogo prometido por usted sea cierto y que no abuse de la prerrogativa y del privilegio que le estamos dando”.

 

Un mensaje al independentismo en el inicio del juicio del 1-O: “En política, hace falta algo más que tener la razón para que las cosas sucedan”

El PNV también apoyó los primeros presupuestos de Pedro Sánchez. Su primer examen parlamentario fue en febrero de 2019 y los jeltzales fueron partidarios de permitir que se tramitaran. Sin embargo, el voto en contra del PDeCAT y de ERC, el día siguiente del inicio del juicio del procés, los hizo descarrilar y llevó a Pedro Sánchez a adelantar las elecciones. Durante el debate, Aitor Esteban hizo un llamamiento público a los partidos independentistas: “Enrocarse en las palabras o los gestos puede ser lo más cómodo, pero en muchas ocasiones no es precisamente la manera de ser más fiel con lo que se quiere defender. El contenido debe primar sobre el continente. […] En política, hace falta algo más que tener la razón para que las cosas sucedan. No basta simplemente con desearlo e invocarlo y hay que tomar decisiones elevando la mirada y con perspectiva a medio y largo plazo, más allá de los desahogos personales o colectivos”.

Aitor Esteban pidió al PDeCAT y a ERC que reconocieran los “límites del interlocutor en la coyuntura del momento” y supieran gestionar los tiempos: “No se puede estar pensando continuamente en el qué dirán”. El líder del PNV en Madrid catalogó de “vengativa, injusta e incomprensible” la prisión preventiva a los exconsellers del Govern del 1-O y entendió el “momento emocional” que vivía el independentismo. Ahora bien, esgrimió que la aprobación de los presupuestos era “lo más adecuado”, dado que podría “suponer un símbolo y una disyuntiva” entre los que entienden que el diálogo es la “mejor manera de arreglar los conflictos” y los que entienden que “todo se puede hacer a golpe de imposición”.

 

Y esa disponibilidad de Aitor Esteban a garantizar la estabilidad del Gobierno se ha hecho patente en otros momentos. El PNV fue, junto con Ciudadanos, el único partido que apoyó todas las prórrogas del estado de alarma por el coronavirus. En las tres últimas, sus votos fueron imprescindibles, dado que la mayoría que lo hacía posible era muy justa. A cambio, entre otras cosas, los jeltzales consiguieron reforzar los mecanismos de “cogobernanza” con las comunidades autónomas de cara a la desescalada. Por otro lado, hace un año y medio, antes de que cristalizara la investidura de Pedro Sánchez, el propio Aitor Esteban se mostró partidario de facilitar la aprobación de unos nuevos presupuestos (algo a lo que el Gobierno ha acabado renunciando tanto para 2024 como para 2025). El líder del PNV en Madrid esgrimió que “no tendría mucho sentido” permitir la investidura y “negarle los presupuestos” al ejecutivo. “Si les vas a dar una oportunidad, tendrás que darle el mínimo instrumento para seguir adelante”, justificó en ese momento.

El tractor de Mariano Rajoy en su última investidura

Volvamos atrás. Uno de los momentos más icónicos que ha protagonizado Aitor Esteban fue durante el debate de investidura de Mariano Rajoy en octubre de 2016. Fue el día que el PSOE se abstuvo contra la voluntad de Pedro Sánchez, que renunció a su acta de diputado para no tener que romper la disciplina de voto. El PNV votó en contra del candidato del PP. Durante la primera jornada del debate, Aitor Esteban le reprochó a Rajoy que “las buenas palabras no sirven de nada si no van acompañadas de gestos” y apeló a los refranes castellanos que “reflejan bien esta idea”. “Si bien me quieres, Juan, tus obras me lo dirán”, expresó como preludio a una de las frases más recordadas de sus discursos: “Refrán que me he permitido personalizar para la ocasión, adaptándolo de la siguiente manera: Si bien me quieres, Mariano, da menos leña y más grano”.

En su turno de réplica, Rajoy no se quiso quedar atrás y respondió con las mismas armas: “A mí lo único que se me ha ocurrido es: Si quieres grano, Aitor, te dejaré mi tractor. Es lo único que se me ocurre a estas horas de la tarde”. Y lo relacionó con una mano tendida a la formación vasca: “Yo, en cualquier caso, voy a utilizar el tractor. Yo les voy a pedir cosas, pero voy a trabajarlo también, a utilizar el tractor. Creo que ustedes también deberían hacerlo”.

 

Aitor Esteban recupera el tractor para afear a Feijóo sus alianzas con Vox

Siete años más tarde, el líder del PNV en Madrid recuperó el espíritu de poeta para reprochar al PP sus pactos con Vox. Alberto Núñez Feijóo solo consiguió el apoyo de la extrema derecha (y de los diputados de UPN y Coalición Canaria) en su investidura fallida en septiembre de 2023. Dos meses después, durante el debate de la investidura de Pedro Sánchez, Esteban aprovechó para lanzar dos dardos a Feijóo. “Algún día igual, quizá, contaré lo que nos llegaron a ofrecer hace un par de meses. Iba a ser llamativo”, reveló en relación con las conversaciones con el PP para que apoyaran la investidura del líder popular. “Señor Feijóo, que ayer me habló otra vez de tractores, quejándose de que yo no quería el suyo. A ver si diciéndoselo, como hacía con Mariano, con una rima consonante y otra asonante consigo que lo entienda: Alberto, tu tractor tiene gripado el motor por usar aceite Vox”, verbalizó Aitor Esteban. El día anterior, Feijóo había lamentado que el PNV hubiera decidido “cambiar el tractor por la hoz y el martillo”. Después del pleno, el líder del PP desaprobó que el PNV prefiriera ser el “último eslabón de un tractor viejo” en lugar de aceptar el “tractor nuevo” que él le ofrecía.

 

“A alguien que quiere ilegalizar a mi partido no estoy obligado a darle la mano”

Por cierto, en noviembre de 2019, después del debate electoral antes del 10-N, Aitor Esteban negó el saludo al portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. “Me había llamado racista”, justificó el día siguiente. Y argumentó que, en Europa, a “estos partidos totalitarios y fascistas” o que son “orgullosos herederos del fascismo” se les hace un “cordón sanitario” y “no se les trata como si fueran un adversario demócrata más”. “A alguien que quiere ilegalizar a mi partido y eliminar las instituciones de Euskadi y la autonomía vasca no estoy obligado a darle la mano”, remachó.

La reforma pendiente (y prometida) de la ley de secretos oficiales

Una de las reivindicaciones que el PNV ha abanderado más insistentemente en los últimos años ha sido la reforma de la ley de secretos oficiales. Los jeltzales han presentado hasta en cinco ocasiones una iniciativa para modificarla y, aunque el PSOE ha permitido que superara su primer examen parlamentario, siempre la ha acabado guardando en un cajón y nunca ha acabado cristalizando. De hecho, cuando despidió a Aitor Esteban, el mismo Pedro Sánchez reconoció en dos ocasiones que esta reforma largamente peleada por el PNV se consumará antes de que acabe la legislatura: “La única pena, pero yo ese compromiso lo mantengo, es que la ley de secretos oficiales la reformaremos en esta legislatura”, afirmó el presidente español el miércoles.

🔎 Desclasificar el 23F y los GAL: nuevo intento del PNV para reformar la Ley de secretos oficiales

📝 El Congreso vuelve a iniciar el camino para eliminar el sello franquista de la ley de secretos oficiales

 

No es homologable que una democracia esté todavía basándose en una ley aprobada en época franquista. Esto ya alerta de que algo tiene que estar funcionando mal, cuando todavía no se ha modificado esta ley. Y, en ese sentido, puede existir una vulneración de derechos fundamentales por la falta de transparencia y por la negación del derecho a la información”, justificó Aitor Esteban el 27 de abril de 2016 en el primer debate que se hizo sobre este tema. Lo siguieron cuatro votaciones más que no desembocaron en una reforma efectiva. “Tiene que haber un tope temporal, un momento en el que automáticamente se desclasifiquen los documentos”, subrayó él mismo hace años. Y la propuesta del PNV ha sido siempre la misma: que el máximo sean diez años para las materias reservadas y veinticinco años para las materias secretas (prorrogables excepcionalmente diez años más). D momento, la iniciativa del PNV encadena 39 prórrogas del plazo de enmiendas. El texto sigue esperando a que el PSOE acepte dar un paso adelante.

 

La última batalla con el PP: “Torpe, que eres un torpe”

Un último detalle. En los últimos meses, se han roto los puentes que había entre el PP y Aitor Esteban. Aunque el PNV se ha sumado en algunas votaciones que los populares han ganado y que han supuesto un revés parlamentario para Pedro Sánchez, como la reducción de la protección del lobo, la derogación del impuesto a las energéticas o el reconocimiento de Edmundo González como presidente de Venezuela, la enemistad pública con Esteban ha sido manifiesta. Especialmente, por parte del portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado. Todo estalló el pasado mes de agosto, cuando Tellado reprochó a los jeltzales que no apoyaran su petición de que Pedro Sánchez compareciera en el pleno para hablar sobre Venezuela. “A vosotros Venezuela os importa una higa. Simplemente, la utilizáis para fisurar el bloque de gobierno. Si con tweets como este queréis lograr el voto del PNV a futuro… Torpe, que eres un torpe”, le contestó Aitor Esteban a través de X. Y Tellado lo acusó de actuar como “encubridor” del PSOE y le reprochó una actitud que consideró que era “servil”.

La tensión volvió a estallar en enero, cuando el Gobierno devolvió al PNV un palacete en París que la Gestapo requisó durante la ocupación nazi de París y entregó al régimen de Franco. Esto se incluyó en el decreto ómnibus que acabó tumbado por el voto en contra del PP y Junts, pero volvió a incluirse en el texto que acordaron el PSOE y los juntaires, y que el PP finalmente avaló. La decisión de la Moncloa levantó los recelos de Miguel Tellado, que catalogó al PNV de “partido aprovechategui por “aprovechar la debilidad de Sánchez y hacer caja en beneficio propio” y le reprochó que actuara de forma “miserable” y “asquerosa”. Aitor Esteban le contestó que era un “maleducado” y un “neofascista” y el PNV difundió un video con la cara de Tellado en un cuerpo de pájaro de color azul bailando enfrente de la sede del PP. “¿Es una gaviota? ¿Es un charrán? ¡Es Tellado! Piulan, luego cabalgamos”, escribieron.