Una sensación de alarma está extendiendo en la izquierda española por el bloqueo que está sufriendo la exhumación del dictador Franco, que había anunciado al presidente español, Pedro Sánchez, como si se tuviera que producir de forma inmediata. La causa es que el Gobierno español desconocía que la familia Franco adquirió hace 30 años una tumba en la cripta de la catedral de la Almudena, en Madrid, y quiere trasladar allí los restos, con lo que el dictador tendría un lugar de peregrinación en el centro de la capital española.
El exjuez Epidio José Silva ha propuesto in extremis que el Gobierno de Pedro Sánchez expropie con un decreto ley la tumba o si hace falta la misma Almudena, "para preservar la imagen del Estado democrático a España". "El culto al dictador es un hecho relevante contra la democracia. No tiene lugar en la catedral de Madrid, al lado del Palacio Real", afirma.
También el exdirigente del PSOE José Antonio Pérez Tapias se ha pronunciado sobre la cuestión, y ha tildado de "vergüenza" la situación que se está creando. "¿Es que no hay dios que lo detenga?", ha preguntado. Tapias ha citado una información de El Diario.es que confirma que la Iglesia española ve inevitable el entierro de Franco en la Almudena si así lo quiere la familia que tiene la tumba, y que se está preparando para limitar los cantos y símbolos fascistas en el interior.