Nuevo recurso de Josep Alay para exigir la finalización de la instrucción que se sigue contra él dentro del caso Volhov. El director de la oficina del president Carles Puigdemont denuncia con un nuevo recurso de apelación que se le está sometiendo a una persecución desde hace seis años, sin haber sido informado de qué se le acusa ni haber sido citado a declara, alargando de manera indebida el procedimiento y malgastando para hacerlo posible dinero público. "Se está investigando enemigos, tan simple y grave como esto", advierte en el recurso defensa, que encabeza al abogado Gonzalo Boye.

"El presente procedimiento seguirá su curso tanto tiempo como quiera la Guardia Civil y el juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona que, en lugar de cumplir una función tutelar, se han embarcado en una causa eminentemente prospectiva y ajena a los parámetros propios de un estado democrático y de derecho", denuncia el texto.

El recurso añade que no se investigan hechos sino personas, que la causa está orientada "al linchamiento de personas", dado que se ventila la información, con relatos falaces", a través de los medios de comunicación antes de que llegue a los afectados.

 

"Es imposible prever cuándo acabará esta ordalía", asegura, además de advertir que se está desarrollando en un procedimiento sin las debidas garantías, en las que Alay desconoce por qué hechos concretos se le investigan, ni en base a qué indicios, y no se lo ha citado a declara "nunca" después de dos años de su detención

Recuerda que se ha incluido en la causa como pruebas de la supuesta injerencia rusa al procés la primera página de la traducción al catalán de una novela basada en la vida de una espía rusa; y que se ha publicado esta información sin que se haya sido desmentida. "Estamos ante una soberana falacia, para no usar otro términos, y ante la demostración empírica de cómo personas incapaces de hacer su trabajo sin guiarse por el odio, llegan a conclusiones tan abyectas", lamenta.

"No vendrán 10.000 soldados rusos, ni el profesor Alay tenía documentos de la inteligencia rusa ni existen informes de la inteligencia europea ni nada que se le parezca; lo único que realmente existe es un interés en gastar y gastar dinero público para calentar la hoguera y ver si sometidos al intenso calor mediático alguno de los investigados reconoce su relación con el demonio", denuncia el texto.

El documento se pregunta quién tiene interés en esta "delirante investigación" y cuánto dinero está costado una investigación de seis años, que no ha dado ningún resultado real, y que está cayendo en "dilaciones indebidas". Por todo ello, reclama de nuevo que se dar por finalizada la fase de instrucción.